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Elisa Loncón, activista mapuche que estará al frente de la convención para la nueva Constitución de Chile

Loncon, ataviada con un traje indígena, prometió legislar para los pueblos originarios, por la igualdad de las mujeres y por la diversidad sexual en su discurso de aceptación del cargo.

La Convención Constitucional eligió el domingo como presidenta a una académica y activista mapuche al inaugurar una histórica sesión con la que se inician los debates para redactar una nueva Carta Fundamental en Chile, que sustituya a la heredada por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

La elección de Elisa Loncon podría marcar la ruta hacia la búsqueda de un nuevo marco constitucional que impulse a un Chile más igualitario y respetuoso con los diez pueblos originarios en la nación sudamericana, según los entendidos.

La designación se dio luego de darse la apertura formal con varias horas de retraso debido a protestas de grupos radicales que se dieron fuera y dentro del recinto donde sesionarán los constituyentes elegidos en mayo.

Loncon, ataviada con un traje indígena, prometió legislar para los pueblos originarios, por la igualdad de las mujeres y por la diversidad sexual en su discurso de aceptación del cargo, que realizó primero en lengua del pueblo mapuche.

“Las mujeres indígenas son pieza fundamental para la refundación del país. Siempre fuimos las últimas de la historia, hoy renacemos juntos. Gracias a las mujeres de todos los pueblos”, afirmó vía Twitter Loncon, quien señaló que el nuevo Chile será “plurinacional y plurilingüe”. La ceremonia fue retransmitida en lenguas indígenas.

El inicio de la jornada estuvo marcada por protestas que comenzaron cuando varios centenares de personas atravesaron los cercos de resguardo de la antigua sede del Congreso chileno que sirve de sede de la Convención en el centro de Santiago.

Los manifestantes gritaron consignas formuladas durante el estallido social de octubre de 2019 y en que se reclamó un Chile más justo e igualitario. Además, exigieron la libertad de las personas que fueron presas durante esas prolongadas manifestaciones que aún no reciben juicio y a los que califican de presos políticos.

Hay una parte de los constituyentes que son más radicales y que quieren desvincular del proceso a todos los actuales poderes que rigen en Chile -Legislativo, Ejecutivo y Judicial- porque según dicen se rigen por la Constitución de 1980, que es la que buscan cambiar. En los actos no participaron miembros de ninguno de esos órganos.

La protesta fue reprimida con carros lanza aguas y gases lacrimógenos por la policía, a la que los manifestantes respondieron tirándoles piedras. Esto ocasionó que un grupo de constituyentes se alzara en la sala justo cuando todo estaba preparado para la apertura reclamando que en Chile se había normalizado la represión de las manifestaciones y que la situación era inaceptable.

La relatora del Tribunal Calificador de Elecciones decidió suspender la sesión, que se reanudó tres horas después.

“¡Y va a caer, y va a caer, la Constitución de Pinochet!”, corearon varios constituyentes con aire festivo al asumir oficialmente su cargo y tras leerse los 155 nombres de los miembros que se darán a la tarea en los próximos meses de rescribir la nueva Carta Magna del país sudamericano.

Los 78 hombres y 77 mujeres, entre ellos 17 representantes indígenas, fueron escogidos por la ciudadanía en las elecciones del 15 y 16 de mayo, convirtiéndola en la primera Convención Constitucional paritaria del mundo, según los expertos. Entre los constituyentes también hay una gran cantidad de independientes y sin vinculación a partidos políticos.

Los constituyentes tendrán nueve meses y una prórroga de tres más para elaborar la nueva Constitución, que fue una de las demandas más repetidas por los chilenos durante el estallido social.

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