A diferencia de sus antecesores Homex, Geo y Urbi, que privilegiaban el volumen, las vivienderas 'emergentes' CADU, Javer, Vinte, e incluso Consorcio Ara apuestan a mejorar su rentabilidad con un mayor enfoque en el segmento medio y residencial.
"A medida que la población se vuelve más cargada en ese rango de ingresos (medio), el producto a desarrollar es para la gente que gana esos valores, por lo cual hay mayor potencial de venta", explicó Enrique Cuadriello, director comercial de Softec, consultora especializada en vivienda.
CADU, que debutó en el mercado bursátil en diciembre, busca reducir el 95 por ciento de su mix en vivienda de interés social, por lo que su plan es tener el 70 por ciento en ese segmento y 30 por ciento en nivel medio al 2020.
"No veremos crecimientos sustanciales en (número de) casas, sino que registraremos aumentos en ingresos, debido a que incrementaremos la mezcla en la vivienda media, lo que nos ayudará a subir el cheque promedio, la rentabilidad y al mismo tiempo los ingresos", comentó Pedro Vaca, director general de la empresa, en una entrevista previa.
De igual manera, Javer ya logró reducir de su portafolio las ventas por vivienda de interés social. En 2010, dicho segmento ocupaba casi la mitad de los ingresos de la empresa, con 47 por ciento, ahora representa apenas 21.6 por ciento. En contraste, la vivienda media hoy le da el 58.3 por ciento de sus ventas, lo cual es casi el doble del 29.6 por ciento que reportaba hace 5 años.
"La clase media está creciendo y es el segmento que Vinte ha atacado durante 12 años, por lo que nosotros vendemos casas de hasta 3 millones de pesos. Seguiremos llevando el mismo modelo de negocio, enfocados en el mismo segmento y con poca deuda", destacó Sergio Leal, director general de la compañía.
Por otra parte, Ara incrementó de 32.5, a 32.8 por ciento su mix en vivienda media en los primeros 9 meses de 2015, en comparación con 2014.
