Estados Unidos está dispuesto a escalar sus inconformidades en materia de comercio, principalmente por el sector energético, a un panel de resolución de controversias en el marco del T-MEC, en caso de que México no se comprometa a dar solución, afirmó Katherine Tai, titular de la Representación Comercial de aquel país (USTR), tras el primer día de la Comisión de Libre Comercio, celebrada en Cancún, Quintana Roo.
“Como ustedes saben solicitamos consultas, lo cual es el primer paso para invocar dentro de las herramientas formales de resolución de controversias, lo hicimos el pasado verano”, recalcó en una videoconferencia.
Tai advirtió que está esperando un compromiso por parte de la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, en los dos días que tendrán en la reunión de la Comisión de Libre Comercio, para dar a conocer los temas en los que tienen una profunda preocupación, y reiteró que si no pueden obtener más progreso, el siguiente paso de las herramientas de disputas será pedir un panel de resolución de controversias.
“Desde entonces hemos tenido un compromiso intenso por parte de la administración mexicana, hemos logrado algún progreso, hemos puesto mucha atención a los temas, pero como ha sido indicado, nuestras preocupaciones permanecen profundamente arraigadas”, recalcó.
Al respecto, Samantha Atayde, vicepresidenta del comité de arbitraje e inversión de la International Chamber of Commerce (ICC) México, explicó que las preocupaciones del USTR están fundamentadas en que el país no ha logrado explicar de manera satisfactoria las medidas en relación con las obligaciones establecidas en el T-MEC. Según la abogada, la respuesta de México ha sido repetitiva y no ha disipado las inquietudes planteadas.
Vigilan maíz
Por otra parte, sobre el diferendo que ambos países mantienen por el decreto que prohíbe el maíz genéticamente modificado (transgénico) para consumo humano en México, Tai expuso que solicitaron un segundo paso en términos de las consultas apenas la semana pasada, por lo que esta reunión es una buena oportunidad para darle un seguimiento con la secretaría Buenrostro.
“Bajo las reglas del T-MEC tenemos 75 días para continuar impulsando las consultas, para tratar de comprender mejor las posturas técnicas de cada país”, precisó.
“Si no logramos tener un progreso significativo podemos tener la opción de invocar la integración de un panel de solución de controversias”, abundó.
Acerca de las tarifas aplicadas por México a la importación de maíz blanco harinero (de 50 por ciento), Tai expresó que a su entender, a reserva de lo que digan los abogados, no afectan el comercio entre ambos países gracias a la existencia del T-MEC.
En este sentido, la funcionaria resaltó que el T-MEC es el pilar fundamental de la relación comercial trilateral, que impulsa el crecimiento económico regional y la integración.
Preocupa acero
En un comunicado aparte, la USTR reveló además que la funcionaria estadounidense y la secretaria Buenrostro discutieron la importancia de abordar el reciente aumento de las importaciones de productos de acero y aluminio, y acordaron que sus equipos intensifiquen su compromiso.
En este contexto, Tai enfatizó la importancia de que México mejore el monitoreo de sus exportaciones de acero y aluminio a los Estados Unidos, de acuerdo con la Declaración Conjunta de 2019 sobre los Aranceles de la Sección 232 en Acero y el Aluminio, y garantice transparencia en las exportaciones así como las importaciones de terceros países.
Del lado mexicano, la delegación empresarial estuvo liderada por el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Francisco Cervantes, acompañado por el presidente del Consejo Nacional Agropecuario, Juan Cortina. Por parte de Estados Unidos participó el presidente de la Asociación Nacional de Manufactura, Jay Timmons, y por los canadienses, la asesora principal del Business Council of Canada, Louise Blais.
Con información de Jassiel Valdelamar.