Economía

2018 fue el año de las guerras comerciales... y el 2019 será el de su impacto

La amenaza de más aranceles entre Estados Unidos y China pone en peligro los planes de expansión empresarial alrededor del mundo y con ello a la economía mundial.

El 2018 fue el año en el que estallaron las guerras comerciales, pero será en el 2019 cuando la economía mundial sentirá el impacto.

El barómetro de comercio mundial de Bloomberg se está suavizando ante la pérdida de impulso de los pedidos de exportación, que se habían acelerado para anticiparse a la introducción de los aranceles.

Se espera que los volúmenes se desaceleren aún más, pese a que Estados Unidos y China intentan resolver sus diferencias comerciales, y las compañías advierten de nuevos trastornos.

Las guerras comerciales ya se han cobrado sus primeras bajas. GoPro trasladará la mayor parte de su producción de cámaras para Estados Unidos fuera de China el próximo verano, convirtiéndose en uno de los primeros fabricantes de productos electrónicos de marca en tomar tal decisión.

Por otra parte, FedEx recortó recientemente su previsión de beneficios y su capacidad de transporte aéreo internacional.

"Cualquier tipo de interferencia en el comercio será un impuesto a la economía", dijo Hamid Moghadam, máximo responsable de la firma Prologis de San Francisco, que tiene casi 4 mil instalaciones logísticas a nivel mundial. "Y la economía mundial probablemente se desacelerará como resultado".

Los mercados financieros ya han sufrido el impacto. Bank of America Merrill Lynch estima que puede atribuirse una caída neta del 6 por ciento en el S&P 500 este año a las noticias por la guerra comercial. La bolsa de China también se ha visto afectada por esta disputa, pues perdió un valor de 2 billones de dólares este año y se está aproximando a un mercado bajista.

Los datos recientes subrayan las preocupaciones de que el comercio será un obstáculo para el crecimiento estadounidense el próximo año. Los consumidores estadounidenses se sienten menos optimistas sobre la economía, mientras que el entusiasmo de las pequeñas empresas sobre la mejora de la economía cayó a un mínimo de dos años.

Además, las compañías esperan una reducción de las ganancias para el próximo año.

Por si no fuera poco, el Fondo Monetario Internacional ha advertido que los volúmenes de comercio se desacelerarán al 4 por ciento en 2019 desde el 4.2 por ciento este año y un 5.2 por ciento en 2017, al tiempo que señaló que las barreras comerciales se han vuelto más pronunciadas.

Europa tampoco está a salvo. Si bien el importante sector de maquinaria de Alemania producirá un récord de 228 mil millones de euros (260 mil millones de dólares) este año, las disputas comerciales se encuentran entre las razones por las cuales el crecimiento se desacelerará, según la asociación de la industria VDMA.

La producción aumentará alrededor del 5 por ciento en términos reales en 2018, el mayor nivel desde 2011, antes de que el crecimiento disminuya a 2 por ciento el próximo año.

Asimismo, está el riesgo de que Estados Unidos aplique aranceles a las importaciones de automóviles de Europa y Japón, una medida que dañaría las relaciones entre estas importantes economías. Además, el arresto de la directora de Finanzas de Huawei, Meng Wanzhou, pone de relieve el riesgo de que acontecimientos inesperados pueden inflamar rápidamente unas relaciones ya tensas.

"Es probable que la 'divergencia comercial' de 2018 y el limbo de las tarifas en 2019 mantengan un alto grado de incertidumbre y continúen teniendo un impacto en los planes de comercio e inversión", escribió el economista de mercados mundiales de Citigroup en Nueva York, Cesar Rojas, en un comentario reciente.

La pregunta clave es si Washington y Pekín pueden llegar a un acuerdo antes de la fecha límite del 1 de marzo. Si tienen éxito, se disiparía una nube que oscurece la economía mundial, pero por ahora, la amenaza de una prolongación de las tensiones supone un freno para los planes de expansión empresarial y, por lo tanto, para la economía mundial.

También lee: