Culturas

Lecumberri: el temido ‘Palacio Negro’ que albergó a Pancho Villa y hasta a Juan Gabriel

El ‘Palacio Negro’, como era conocido Lecumberri, fue erigido en la zona oriente de la CDMX durante el Porfiriato y este 29 de septiembre cumple 122 años.

Lecumberri fue una de las cárceles más peligrosas y temidas de la historia de nuestro país, por las injusticias y vejaciones que se cometían al interior del inmueble de la Ciudad de México. Por sus crujías pasaron personajes como Pancho Villa, David Alfaro Siqueiros, José Revueltas, los exdirigentes del movimiento estudiantil del 68 y Juan Gabriel, entre otros.

El Palacio Negro, como era conocida la penitenciaría del Estado, fue la gran cárcel de México durante más de 70 años. Erigida en la zona oriente de la capital mexicana durante el Porfiriato, el edificio se inauguró el 29 de septiembre de 1900, desde ese año y hasta 1976 funcionó como prisión para pasar a albergar al Archivo General de la Nación.

La construcción se inició el 9 de mayo de 1885, con el ideal de Porfirio Díaz de crear un país modernista con un centro penitenciario de primer mundo en Lecumberri. Sin embargo, la sobrepoblación y corrupción al interior frustraron esos ideales, derivando en una prisión que se convirtió en sitio de purgación, terror y sometimiento.

Lecumberri, un inmueble lleno de historia que cumple 122 años

Implementando los sistemas constructivos de la época con estructuras de acero recubiertas de piedra, pero también muros de mampostería, Lecumberri tiene un estilo ecléctico historicista que evoca en su fachada a las fortalezas. El proyecto fue del arquitecto Lorenzo de la Hidalga e inició los trabajos de su construcción en 1885 por los ingenieros Antonio Torres Torija, Antonio M. Anza y Miguel Quintana.

Uno de los acontecimientos históricos más destacados que involucran al edificio es sin duda el asesinato del entonces presidente y vicepresidente Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, quienes previamente fueron forzados a firmar la renuncia de sus cargos político, hacerlos prisioneros y asesinarlos a solicitud de Victoriano Huerta.

A la llegada a Lecumberri, ambos fueron abatidos con disparos en la cabeza y sus cadáveres fueron enterrados en la parte trasera del edificio. Ese hecho fue conocido como la Decena Trágica. En 1912, Francisco Villa fue encerrado en la prisión por órdenes del propio Victoriano Huerta.


Con el paso del tiempo, Lecumberri se convirtió en un símbolo de represión, condena y miedo. Alojó a asesinos y delincuentes comunes, pero también a inocentes y presos políticos, guerrilleros e intelectuales como el pintor David Alfaro Siqueiros que plasmaron las infamias que se vivían al interior.

El gran José Revueltas escribió una de las obras más universales de la literatura mexicana durante los dos años y medio que estuvo preso en este lugar: El Apando (1969) tras ser acusado de sedición por su participación en el Movimiento Estudiantil de 1968.

El cantautor mexicano Alberto Aguilera Valadez, mejor conocido como Juan Gabriel (ya fallecido) pasó una estancia de un año entre 1970 y 1971 acusado de robo, según relatan sus biógrafos y amigos, además de la serie televisión Hasta que te conocí, incluso en ese lugar fue donde escribió ‘Me he quedado solo’.

Lecumberri fue cerrada en 1976, con la idea de ser demolida, pero el valor histórico arquitectónico provocó que un grupo abogara por su conservación. Así se convirtió en la sede del Archivo General de la Nación.

Las celdas que un día tuvieron como huéspedes a grandes personajes de la historia de México ahora albergan documentos históricos, como cartas de Benito Juárez, las Constituciones de 1814, 1857 y 1917, además de manuscritos de Sor Juana Inés de la Cruz y la carta original de Independencia del imperio mexicano son solo algunos de los más de 17 millones de documentos que tiene el recinto.


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