En la antesala de los 130 años del primer vehículo de reparto, Mercedes-Benz vans revela cómo planea reinventar el transporte una vez más. El punto de partida no es un modelo, sino una escultura: THE BOuLDER. Tallada en un bloque sólido de más de seis metros de largo, la pieza anticipa el diseño y las proporciones de la próxima generación de Sprinter, y simboliza el equilibrio entre tradición y transformación que guía a la marca hacia su nueva era.

Lejos de ser solo un homenaje, esta presentación marca el inicio de una etapa clave en la evolución de los vehículos comerciales de la estrella. Con la introducción de la nueva arquitectura VAN, Mercedes-Benz redefine el estándar del segmento al combinar ingeniería avanzada, digitalización y una plataforma flexible pensada para múltiples propósitos. A partir de 2026, esta base servirá para todos los modelos medianos y grandes de la gama, diferenciando con claridad las versiones privadas (VLE y VLS) de las comerciales, ambas en el rango premium.
La VAN.EA (Van Electric Architecture) será el corazón de la ofensiva eléctrica para clientes particulares, mientras que la VAN.CA (Van Combustion Architecture) mantendrá opciones de combustión modernas y eficientes para usos profesionales. Con ello, la marca busca ofrecer configuraciones a medida para cada industria, desde mensajería y construcción, hasta transporte de pasajeros o campers. En todos los casos, la prioridad es la misma: versatilidad, durabilidad y un nivel de tecnología superior.

Esa evolución no se limita a la mecánica. El futuro Sprinter y sus derivados estarán impulsados por el nuevo Mercedes-Benz Operating System (MB.OS), un ecosistema digital desarrollado internamente que transformará por completo la experiencia de uso. Gracias a su arquitectura chip-to-cloud, cada componente —desde los asistentes de conducción hasta la gestión de carga— estará conectado de forma inteligente, permitiendo actualizaciones over-the-air y la integración directa de aplicaciones de terceros. Así, cada van podrá adaptarse y mantenerse actualizada durante años, del mismo modo que un smartphone evoluciona con cada actualización.

Este avance significa eficiencia real: mantenimiento predictivo mediante VAN Uptime, navegación optimizada para vehículos grandes y compatibilidad con herramientas propias de gestión de flotas. El resultado es un vehículo que no solo transporta mercancías, sino también información, datos y soluciones adaptadas a cada negocio.
Treinta años después de su debut, Sprinter sigue siendo el referente del segmento y el espejo donde se mide la competencia. Más de cinco millones de unidades producidas avalan su papel como símbolo de confiabilidad y flexibilidad. Ahora, con esta nueva arquitectura y un sistema operativo propio, Mercedes-Benz le otorga un nuevo significado: el de ser la plataforma que llevará al transporte comercial hacia su etapa más inteligente, conectada y sostenible.

La marca que inventó la van en 1896 vuelve a adelantarse a su tiempo. Si THE BOuLDER representa el futuro tallado en piedra, la próxima generación del Sprinter será la forma viva de esa visión: robusta, digital y lista para mover al mundo otra vez.




