Viajes

Arizona, entre el desierto y el bosque

Encuentra los paisajes más increíbles en un recorrido por este estado.

Sería un error decir que sobre todo Arizona se cierne el mismo calor, aunque la generalización podría hacernos pensar que el estado es todo desierto la realidad es que, si bien los paisajes desérticos son constantes, también hay bosques que aguardan apenas a unas horas de Phoenix.

Desde Ciudad de México, la forma más rápida para llegar a Phoenix es con un vuelo directo de American Airlines. Para adecuarse a los requerimientos del contexto actual, la aerolínea trabaja con VeriFLY, una aplicación que te permite cargar los resultados de tu prueba Covid (necesaria para entrar a Estados Unidos), foto y demás documentos identificatorios.

El uso de la aplicación te ahorrará filas en el aeropuerto y hará que tu parada en migración sea más rápida. Bastan tres horas de vuelo en una ruta que cuenta con frecuencias semanales para aterrizar en la capital de Arizona.

A donde se voltee, corren por los ojos las piedras rojizas, los saguaros inmensos, la tierra y los reflejos del sol que se imprimen sobre el piso.

Entre este paisaje desértico y casi camuflado se encuentra Taliesin West. La herencia que el aclamado arquitecto Frank Lloyd Wright dejó en forma de construcción y que fungió como su casa de invierno, laboratorio de ideas y escuela. El espacio puede visitarse e admirarse incluso si no se es aficionado a la arquitectura.

Para una mirada a la vida en el desierto, nada como el Desert Botanical Garden. Este lugar en el que aparecen una a una las plantas que llenan de verde el marrón de las piedras es también el oasis de mariposas y colibríes que colorean las panorámicas.

Vale la pena mencionar también el Musical Instrument Museum, la peculiaridad e innovación del museo reside en la manera de acercar a los visitantes a los instrumentos y, por ende, a la música. Cada instrumento musical está acompañado de audios, videos y contexto de su relevancia dentro de la cultura.

Para una mirada más histórica hacia las raíces de Phoenix es recomendable visitar Walnut Canyon. Este lugar, que forma parte de los Parques Nacionales de Estados Unidos, tiene reminiscencias de los pueblos originarios, sobreviven en el lugar las viviendas de la cultura Sinagua.

El paisaje boscoso

A tres horas en auto está Flagstaff, el camino entre Phoenix y este destino advierte con sus paisajes que el clima, la flora y la fauna mutan de un lugar a otro, cada tramo de la carretera es una pista.

Cuando no está nevado, Flagstaff recibe a sus visitantes con un clima cálido y árboles completamente verdes o rojizos según la estación del año. Un punto de partida para ver desde lo alto ese paisaje es Arizona Snowbowl, esta estación de esquí provee de paseos en góndola todo el año.

Con un cielo despejado, en el camino hacia el punto más alto del paseo se puede observar el Gran Cañón. Pero incluso aunque las nubes se interpongan, durante el trayecto es posible admirar la inmensidad del bosque que parece interminable.

El centro de Flagstaff consiste en calles pequeñas flanqueadas por distintos comercios, el ruido de fondo está protagonizado por el tren que cruza la ciudad y, en algunos puntos, aparecen señales que indican que esta ciudad forma parte de la icónica Ruta 66.

En las noches, Flagstaff se convierte en un espacio con iluminación tenue que honra la cerveza artesanal. Muestra de eso son las diferentes cervecerías que, con producciones propias, deleitan a residentes y visitantes en un abanico de estilos y sabores que merece recorrerse a través de una ruta por distintos locales.

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