Una tableta antiviral azul en forma ovalada conocida como Truvada, es objeto de un estudio en Nueva Gales del Sur, Australia, puesto que en menos de un año ha ayudado a llevar los nuevos casos de VIH entre hombres homosexuales y bisexuales a su nivel más bajo desde 1985.
Por primera vez, más de la mitad de todas las personas que viven con VIH están en el tratamiento de supresión del virus que impide los síntomas y previene la transmisión. Y miles de personas están usando el medicamento Truvada, de Gilead Sciences, en forma de Profilaxis PreExposición (PrEP por sus siglas en inglés) frenando la propagación de Londres a San Francisco.
Treinta y seis años después de que una rara infección pulmonar en hombres gays en Los Ángeles diera inicio a la epidemia de sida en Norteamérica, la enfermedad mortal está en retirada a nivel mundial.
La PrEP consiste en tomar el Truvada todos los días. Si una persona está expuesta al virus, el medicamento en la corriente sanguínea puede ayudarle a evitar que el VIH se convierta en una infección permanente en su cuerpo.
La PrEP reduce el riesgo de contraer VIH por vía sexual en más del 90 por ciento si la píldora, una combinación de dosis fija de los fármacos tenofovir disoproxil y emtricitabina, es tomada diariamente.
A medida que las versiones genéricas y más económicas de Truvada fabricadas por laboratorios como Mylan, Cipla y Teva Pharmaceutical Industries se hacen más disponibles, médicos e investigadores de salud pública están probando su capacidad para reducir la incidencia de VIH en países en desarrollo, especialmente en la zona subsahariana de Áfica, donde el virus en su mayoría es transmitido por sexo heterosexual.
No obstante, Gilead no espera la competencia de estas versiones en los Estados Unidos hasta 2021, dijo el CEO de la compañía John Milligan el mes pasado. La protección de patentes significa que el medicamento cuesta poco más de 17 mil dólares anuales por persona en Estados Unidos.