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Tu auto nuevo quizá venga ‘incompleto’... y te decimos por qué

La crisis es una prueba histórica para la industria automotriz, en momentos en que intenta acelerar el cambio hacia vehículos eléctricos.

Cuando los fabricantes de automóviles sufrieron por primera vez la escasez de chips a fines del año pasado, intentaron parar las fábricas hasta que los problemas desaparecieran. Pero ahora que la crisis llega a su quinto mes y se agrava, se han vuelto creativos para mantener al menos una parte de la producción funcionando.

Nissan está dejando miles de vehículos sin los sistemas de navegación que normalmente tendrían debido a la escasez. Las camionetas Ram 1500 ya no traen un espejo retrovisor ‘inteligente’ que vigila los puntos ciegos. Renault ha dejado de ofrecer una pantalla digital de gran tamaño detrás del volante de su SUV Arkana, también para ahorrar en chips.

La crisis es una prueba histórica para la centenaria industria automotriz, en momentos en que intenta acelerar el cambio hacia vehículos eléctricos más inteligentes.

Este retroceso pone de manifiesto la magnitud de los problemas a los que se enfrenta la industria. La semana pasada, BMW, Honda y Ford señalaron el agravamiento de los problemas de la escasez de chips. La imposibilidad de asegurar suministros críticos es un enorme revés a corto plazo, ya que este año se perderán millones en ventas de vehículos. Además, es un mal augurio a medida que se intensifica la competencia de las empresas de internet y electrónica de consumo.

“Esto probablemente empeore antes de mejorar”, dijo Stacy Rasgon, quien cubre la industria de semiconductores para Sanford C. Bernstein. “Solo lleva mucho tiempo poner en funcionamiento esta capacidad”.

Mark Liu, presidente de Taiwan Semiconductor Manufacturing, advirtió que la crisis está lejos de terminar. Su empresa, que es el fabricante de chips más avanzado del mundo y será fundamental para cualquier resolución, comenzará a satisfacer los requisitos mínimos de los clientes de automóviles en junio, pero espera que la escasez de chips para automóviles dure hasta principios de 2022.

Los fabricantes de automóviles no pueden limitarse a esperar. Una de las reacciones a la escasez es asignar los componentes escasos a los vehículos más rentables y de mayor venta a expensas de otros modelos, algo que están haciendo fabricantes como la francesa Renault y la japonesa Nissan.

Los fabricantes de automóviles también están construyendo vehículos con menos tecnología. Peugeot está volviendo a los antiguos velocímetros analógicos para sus 308 hatchbacks, en lugar de usar versiones digitales que necesitan chips difíciles de encontrar. General Motors dijo que fabricó algunas camionetas Chevrolet Silverado sin un determinado módulo de ahorro de combustible, lo que supone un costo para los conductores de aproximadamente 0.4 kilómetros por litro. Nissan está reduciendo la cantidad de vehículos con sistemas de navegación preinstalados en aproximadamente un tercio, según una persona familiarizada con el asunto.

El fabricante japonés también está priorizando el suministro de chips a los dos modelos más vendidos en cada uno de los principales mercados, dijo la persona.

Los compradores del deportivo Arkana de Renault ahora tienen que conformarse con una pantalla más pequeña sin mapa de navegación, y renunciar a la opción we un cargador de teléfono por inducción.

Stellantis, formado a partir de la fusión de Fiat Chrysler y PSA Group, modificó la camioneta Ram 1500 para que el espejo retrovisor digital que normalmente viene de serie ahora solo esté disponible como una opción de actualización, según una persona familiarizada con el asunto. El fabricante también está utilizando piezas que no requieren chips de su camioneta Ram Classic más básica para poder seguir produciendo la versión más cara.

La situación de la industria automotriz se remonta a una mala planificación durante la pandemia y a la limitada capacidad de fabricación de chips, pero se ha visto agravada por la reducción del espacio de carga disponible a medida que la economía mundial se recupera del COVIDid-19. Cuando los fabricantes de automóviles consiguen pedidos, sus chips a menudo no pueden enviarse.

Ese cuello de botella se ve agravado por el hecho de que los principales fabricantes de chips para automóviles, NXP, Infineon Technologies AG y Renesas Electronics, representan solo el 40% del suministro, mientras que el 60% restante se reparte entre decenas de miles de pequeños diseñadores. Estas empresas más pequeñas a menudo carecen de la influencia para conseguir que sus chips se fabriquen en las fundiciones cuando la capacidad es escasa.

En al menos un caso, los fabricantes de automóviles piden a un importante fabricante de chips que envíe microcontroladores que no cumplen con las especificaciones estándar, dijo una persona familiarizada con el asunto. Estos chips de baja calidad no pondrían en peligro los elementos esenciales de seguridad, como los frenos, dijo la persona, pero podrían significar que los sistemas de entretenimiento o de control de emisiones tengan más probabilidades de funcionar mal.

Los fabricantes también almacenan automóviles incompletos para mantener las líneas de producción en funcionamiento. En Hamtramck, Detroit, una zona de varias cuadras está llena de camionetas Ford F-150 sin algunos chips.

Mientras tanto, entre bastidores, los proveedores de automóviles están haciendo esfuerzos inusuales por conseguir chips. Un socio de Stellantis llamado JVIS-USA intentó demandar a NXP en un tribunal de Michigan en abril en un intento por obtener más chips, pero un juez rechazó su solicitud. El proveedor automotriz Visteon señaló que los fabricantes de automóviles podrían pedir una compensación por la escasez. En Japón, el presidente de Toyota, Akio Toyoda, visitó una planta de Renesas que había sufrido un incendio para acelerar su vuelta a la producción.

Sin embargo, no hay alivio a la vista, e incluso Apple, cuyos iPhones suelen colocarla al frente de la fila de clientes de chips, dijo que está comenzando a sentir los efectos de la escasez. Esto puede dejar a los fabricantes de automóviles con ganas de más, incluso cuando los fabricantes de chips logren aumentar su capacidad.

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