New York Times Syndicate

Te sientes muy viejo para cambiar, conoce estas cuatro historias

Si tu trabajo te abruma o el día a día es una carga, nunca es tarde para experimentar nuevas aventuras; conoce la historia de cuatro personas que te inspirarán a reinventarte.

Quizá usted perdió su empleo o el interés en el empleo que ha estado desempeñando. Quizá un divorcio o una muerte en la familia han amenazado su estabilidad económica. Quizá usted crea que ahora es demasiado viejo o carece de la capacitación para cambiar a algo más satisfactorio o remunerativo.

Entrevisté a varias personas en circunstancias similares que se reinventaron a sí mismas, a veces yendo en contra de probabilidades considerables, otras en formas sorprendentes.

Tras 25 años en la práctica familiar de Park Slope, Brooklyn, el Dr. Kenneth Jaffe se resistió a la intrusión de la atención administrada y descubrió que ya no podía tomarse el tiempo que necesitaba para cuidar de sus pacientes y ganarse la vida en el proceso.

Así que a los 55 años de edad, inspirado por cursos que tomó en Facultad Mailman de Salud Pública en la Universidad de Columbia, renunció a la medicina, se mudó al norte del estado a un área económicamente deprimida donde la tierra abundaba y era barata, y empezó a criar reses alimentadas con pasto exento de hormonas y antibióticos. Llamó a su empresa Slope Farms, en honor a su viejo barrio y la Cooperativa Alimentaria de Park Slope, que vende carne de sus 200 cabezas de ganado.

Actualmente de 66 años de edad, Jaffe dijo que seguía satisfecho por su trabajo en agricultura sustentable. Ayuda a otros agricultores cerca de su hogar en las Catskills a que hagan lo mismo y apoya un programa de la granja a la escuela, el cual lleva carne de res alimentada con pasto a niños desde el jardín de infantes hasta tercero de preparatoria.

Mary Doty Sykes había sido trabajadora social durante 30 años, asesorando y enseñando a padres de adolescentes y jovencitas sobre sexualidad, autoimagen, temas familiares y capacitación laboral, primero en Chicago y después en escuelas preparatorias públicas en la Ciudad de Nueva York. Cuando se convirtió en una divorciada con el nido vacío a los cincuenta y pico, decidió que era hora de salir de la ciudad.

"Alquilé mi casa para pagar los cursos de terapeuta masajista", interés que ella desarrolló luego que técnicas en medicina alternativa le ayudaron a recuperarse de serias lesiones sufridas en un accidente automovilístico. A partir de los 55 años como terapeuta licenciada, durante 13 años practicó masaje terapéutico en diversos sitios, a menudo para adultos mayores, en el oeste de Massachusetts. Actualmente de 75 años y de vuelta en Nueva York, Sykes ofrece terapia reiki y participa en una diversidad de clases de danza. "Tengo la fortuna de que puedo hacerlo todo; me divierto mucho", dijo.

"Diversión" es decir poco para Richard Erde, también de 75 años, quien trabajó como programador de computadoras durante 28 años. Después de retirarse en 2005, Erde se dio gusto con un viejo interés en la ópera haciendo una audición para convertirse en extra, o supernumerario, en la Ópera Metropolitana.

"He estado sobre el escenario en el Met literalmente cientos de veces con cantantes de fama mundial y nunca canté una palabra", dijo entre risas el brooklynita. "He usado todo tipo de disfraces, desde sacerdote budista hasta soldado ruso. A veces es exultante, y me pagan por hacerlo".

Cuando la temporada del Met termina a finales de primavera, él hace lo mismo con American Ballet Theater, donde los "súper" a menudo están integrados con los cuerpos de ballet a medida que se desplazan por el escenario.

Desde los 21 años, Beth Ravitz trabajó como diseñadora de telas, mayormente en su exitoso negocio en Nueva York. Después, a los 40 años, renunció para pasar más tiempo con sus tres hijos jóvenes y dos hijastros. La familia se mudó a Coral Springs, Florida, donde, dijo, "Yo no quería pensar en dinero; quería nutrir mi alma y convertirme en una verdadera artista".

Mientras se registraba en una clase de cerámica en un colegio comunitario, ella vio anuncios que buscaban aspirantes a crear arte público, decidió intentarlo, y fue contratada para hacer un proyecto. Después de obtener una licenciatura y una maestría en artes plásticas, ella logró dar clases a nivel universitario, trabajo que amaba, y finalmente se convirtió en lo que es actualmente, a los 66 años: consultora de arte pública para dos ciudades de Florida (Lauderhill y Tamarac) y promotora de artistas cuyo trabajo, destacó, es subvaluado muy a menudo.

"Amo la pelea, y amo que pudo marcar una diferencia", dijo Ravitz.

Aun cuando he sido como una flecha recta, empezando a los 23 años como escritora de ciencia y salud sin apartarme una sola vez del camino que elegí durante 52 años, siento gran admiración por el coraje, la imaginación y determinación de personas como estas cuatro, que se reinventaron creyendo que nunca sabes lo que puedes hacer hasta que lo intentas.

En vez de embarcarme en una nueva carrera en un retiro a medias, estoy expandiendo mis horizontes aprendiendo español; yendo a más conciertos, óperas, conferencias y museos; y viajando. Recientemente llevé a mis cuatro nietos en un crucero por la naturaleza de Alaska y un safari de carpas en Tanzania.

Adopté también un cachorro y lo entrené para que fuera un perro de terapia para animar a pacientes y personal en nuestro hospital local. Además, si puedo encontrar un maestro con horario flexible, espero aprender un nuevo instrumento, preferiblemente el bandoneón, algo similar a un acordeón incluido en el tango argentino.

Una cosa que ya estoy aprendiendo es a conocer mis límites: saber cuándo decir no para que, de esta forma, tenga el tiempo y energía para hacer lo que mayor importancia reviste para mí en el último cuarto de mi vida.

Si bien solo tiene 37 años de edad, Dorie Clark, maestra de la Facultad de Negocios de la Universidad de Duke y autora de "Reinventándote", es experta en la propia reinvención y ayudarles a otros a hacer cambios en sus vidas.

"En amplios términos", dijo, "los mismos principios se aplican sin consideración a la edad". Sin embargo, ella tiene consejos en particular para gente mayor de 50 años.

- "Haga un esfuerzo especial por familiarizarse con los medios sociales y la nueva tecnología; son un símbolo de cuán 'al tanto' está usted".

- "Reconozca que probablemente sus calificaciones estarán por encima de ciertos puestos. Podría ser el elefante en la habitación, así que es importante sacarlo a colación primero. Quizá decir que está buscando una nueva aventura, no necesita ser el jefe, que está listo para ser un jugador del equipo".

- Sorprenda a la gente para contrarrestar cualquier imagen fija que pudieran tener de usted. Su currículum pudiera decir una cosa, pero eso no significa que eso es lo único que usted puede hacer. Demuestre que va en serio con respecto a reinventarse, quizá ofreciéndose como voluntario o escribiendo un blog; a veces, eso obliga a la gente a que lo vean de una nueva manera".

Ella también sugiere "reconectarse con lazos latentes"; esto es, gente con la que tenía una buena relación años antes. Quizá ellos sean capaces de abrir puertas o tener ideas que usted no había pensado.

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