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México es “más difícil de atravesar que el Darién”

El Instituto Nacional de Migración (INM) registró, entre enero y julio de este año, a 87 mil 63 venezolanos en situación migratoria irregular en México.

Jesús tenía que dejar los pesados garrafones de agua en el piso para descansar las manos. Las sacudía rápidamente antes de volver a empezar a caminar por los pasillos del Metro de la Ciudad de México.

Su familia y él llegaron a México hace 20 días. Desde entonces están intentando sacar una cita para el programa CBP One… sin éxito.

Jesús explica que ha intentado pedir una cita todos los días desde que llegó al país. Se mete en la página de las autoridades estadounidenses de manera rutinaria. Hay que seguir intentando y no quedarse quieto.

“Uno tiene que pedir la cita todos los días en las mañanas para ver si nos sale. Y todos los días tienes que meterte y meterte, y nada te sale. Algunas personas sí corren con la suerte, pero nosotros no”, señala.

Son 10 venezolanos que viajan con él, niños y mujeres. Todos, con el sueño de llegar a Ciudad Juárez para entregarse ante las autoridades estadounidenses.

“En mi país no hay nada”, dice mientras corre sin voltear a ver al resto del grupo.


Con apenas 20 años, decidió dejar todo en su país. “Yo ya no sé quién queda ahí”, bromea. “Ya todos nos estamos yendo. Es que ahí no hay nada”, cuenta a paso veloz.

Entre enero y julio de este año, el Instituto Nacional de Migración (INM) registró a 87 mil 63 venezolanos en situación migratoria irregular en México.

Esto demuestra un aumento importante, en comparación con lo que registró durante el mismo lapso el instituto el año anterior, toda vez que entre enero y julio de 2022 registró a 19 mil 76. A finales de año, contabilizó 96 mil 197 migrantes venezolanos en el país.

Ahora Jesús, quien desde hace tres años se tuvo que hacer cargo de su hermana menor, pues su madre murió y él se quedó a cargo de la familia, espera subirse a un tren que vaya hacia el norte y que lo pueda ayudar a escapar de la situación que lo obligó a salir de su casa.

“Un amigo me dijo que del basurero salen los trenes”, comenta. Así conocen los migrantes venezolanos a Huehuetoca, municipio del Estado de México por donde pasa uno de los trenes más conocidos que viajan hacia el norte: la Bestia.

Ésta es su única esperanza de salir del país que resultó ser “más difícil de cruzar que el Darién”, toda vez que la urgencia por salir de México es grande.

“No quiero esperar más tiempo aquí. Acá la cosa está difícil con nosotros los migrantes”, dice Jesús, quien añade que “hay bastantes personas buenas, pero hay personas que nos desprecian. Nos miran feo, nos quieren tratar feo. ¿Qué podemos hacer? Somos migrantes”, finaliza.

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