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Hilary ‘se lleva todo a su paso’: Así fue su impacto en BCS; activan estado de emergencia en California

Hilary es la primera tormenta tropical que azota el sur de California, Estados Unidos, en 84 años.

Inundaciones letales recorrieron, este domingo 20 de agosto, las calles de la península de Baja California mientras la tormenta tropical Hilary tocaba tierra y llevaba lluvias torrenciales al sur de California, en medio de temores de que crecidas repentinas pudiesen dañar sitios tan al norte como Idaho que rara vez reciben precipitaciones tan fuertes.

Los meteorólogos indicaron que Hilary fue la primera tormenta tropical en azotar el sur de California en 84 años, trayendo consigo el potencial de inundaciones repentinas, deslaves, tornados aislados, vientos intensos y apagones.

Hilary tocó tierra en un área escasamente poblada de la costa mexicana, a unos 250 kilómetros al sur de Ensenada, y se encaminaba hacia Tijuana, una ciudad propensa a deslaves en la que amenazaba las viviendas improvisadas de las colinas al sur de la frontera con Estados Unidos.

Al menos 9 millones de personas se encontraban bajo advertencia de crecidas súbitas mientras intensas lluvias caían sobre el normalmente soleado sur de California antes de que pasara la peor parte de la tormenta. Las áreas desérticas son especialmente susceptibles a las inundaciones, al igual que las colinas que hayan sido afectadas por incendios forestales, advirtieron meteorólogos.

El lodo cubrió carreteras, el agua abrumó los sistemas de drenaje y se desplomaron ramas de árboles desde San Diego hasta Los Ángeles. El servicio meteorológico indicó que había posibilidad de que surgieran tornados el domingo por la tarde en el este del condado San Diego.

El sur de California recibió otra sorpresa por la tarde, luego de que se registró un sismo de magnitud preliminar de 5.1 cerca de Ojai, a 130 kilómetros al noroeste del centro de Los Ángeles, de acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos. Se sintió ampliamente y fue seguido de réplicas más pequeñas. De momento no había reportes de daños importantes ni víctimas, de acuerdo con un operador del Departamento de Policía del condado Ventura.


Hilary podría azotar otros estados del oeste de Estados Unidos con lluvias que se ven una vez por siglo, y existe una gran posibilidad de que se convierta en el ciclón tropical que haya arrojado más lluvia sobre Nevada, Idaho y Oregon. Se pronosticaba que mantuviera fuerza de tormenta tropical durante su paso por el centro de Nevada el martes temprano para después disiparse.

Michael Brennan, director del NHC, dijo que, si bien Hilary se había debilitado tras haber sido un huracán de categoría 4, es al agua, y no al viento, a lo que la gente debería ponerle más atención, debido a que algunas zonas podrían recibir en horas tanta lluvia como la que suelen captar en un año.

“Usted no querrá andar conduciendo por ahí, tratando de cruzar calles inundadas en vehículo o a pie”, comentó Brennan durante una sesión informativa en Miami. “Las inundaciones causadas por lluvias han sido la principal causa de muerte en las tormentas tropicales y huracanes de Estados Unidos en los últimos 10 años, y usted no querrá convertirse en una estadística”.

Hilary es el desastre meteorológico más reciente en azotar Estados Unidos, Canadá y México. La isla hawaiana de Maui sigue recuperándose de un incendio forestal que causó la muerte de más de 100 personas y arrasó con la localidad histórica de Lahaina, convirtiéndose en el incendio forestal más mortífero de Estados Unidos en más de un siglo.

Ensenada y Tijuana cerraron todas las playas y abrieron media decena de albergues en complejos deportivos y oficinas gubernamentales.

Una persona se ahogó el sábado en Santa Rosalía, cuando un vehículo fue arrasado por la crecida de un arroyo. Los rescatistas salvaron a otras cuatro personas, dijo Edith Aguilar Villavicencio, alcaldesa del municipio de Mulegé.

Soldados del ejército mexicano se desplegaron por Mulegé, donde el sábado se produjeron algunos de los peores daños en la parte oriental de la península de Baja California. Los soldados utilizaron excavadoras y camiones de volteo para ayudar a retirar toneladas de rocas y tierra que obstruían calles y carreteras, las cuales se convirtieron en furiosos torrentes el día previo.

El tendido eléctrico fue derribado en varios lugares, y el personal de emergencias trabajaba para restablecer la energía y llegar a aquellos que quedaron aislados por la tormenta.

Brennan dijo que las lluvias podrían sumar entre 7 y 15 centímetros (3 y 6 pulgadas) de agua en muchas zonas. Los meteorólogos advirtieron que en algunas áreas aisladas podrían caer hasta 25 centímetros (10 pulgadas), el equivalente a un año de lluvia.

California declara estado de emergencia

El gobernador de California, Gavin Newsom, declaró un estado de emergencia. La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias indicó que tiene funcionarios dentro de la oficina de preparación para emergencias de California y equipos listos con alimentos, agua y otro tipo de ayuda.

Las escuelas de San Diego pospusieron el primer día de clases del lunes al martes.

Las autoridades emitieron advertencias de evacuación el sábado para la isla de Santa Catalina, instando a los residentes y los amantes de la playa a desmontar sus campamentos e irse al continente, y para varias comunidades de montaña y estribaciones en el condado San Bernardino. El condado Orange envió una alerta para quienes vivan en zonas quemadas por incendios en los cañones Silverado y Williams de las montañas de Santa Ana.

Autoridades de Los Ángeles se apresuraron a retirar a los indigentes de las calles y llevarlos a refugios. Se ordenó también el cierre de todas las playas estatales de los condados San Diego y Orange.

En toda la región, los municipios se quedaron sin sacos de arena gratuitos y las estanterías de los supermercados se vaciaron mientras la gente hacía acopio de provisiones. El Parque Nacional de Árboles de Josué de California y la Reserva Nacional de Mojave fueron cerrados.

Al norte, en Nevada, el gobernador Joe Lombardo declaró un estado de emergencia y activó a 100 elementos de la Guardia Nacional para ayudar a resolver los problemas derivados de las inundaciones previstas en los condados Clark y Nye, al oeste, y en el condado Esmeralda, al sur. En Arizona, las rachas de viento alcanzaron los 97 km/h (60 mph) en el condado Yuma, donde las autoridades distribuyeron miles de sacos de arena.

“Insto a todo el mundo, a todos los que se encuentren en la trayectoria de esta tormenta, a que tomen precauciones y presten atención a las orientaciones de los funcionarios estatales y locales”, dijo el presidente Joe Biden.

En septiembre de 1939, una tormenta tropical que azotó California destrozó las vías del tren, arrancó casas de sus cimientos y volcó muchos botes, dejando casi 100 muertos en tierra y mar.

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