Máquinas expendedoras de mariguana en Seattle comienza a trabajar

La primera compra en una máquina ZaZZZ, como son llamadas, correspondió a un gramo de la variedad llamada Girl Scout Cookies con valor de 15 dólares, dentro de un dispensario de la firma Seattle Caregivers en la mayor ciudad del noreste de Estados Unidos.

"Es una forma de llevar al siglo XXI algo que ha demostrado ser un modelo de negocios viable a través de los últimos años", destacó Stephen Shearin, presidente de la compañía American Green Inc., que fabrica los expendedores, similares a cualquier vendedor automático de golosinas y refrescos.

Los electores de los estados de Washington y Colorado aprobaron en 2012 el consumo de mariguana con fines recreativos, lo que ha dado lugar a la expansión de comercios al menudeo que ofrecen una amplia gama de productos para adultos; el año pasado, Alaska y Oregon se sumaron a la tendencia; no obstante, es en Washington donde la industria de la cannabis médica, muy desregulada, opera al lado del sistema autorizado recreativo.

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El debut de las máquinas en Seattle coincide con el análisis en el Congreso de Olympia, la capital estatal, de numerosas iniciativas relacionadas con la mariguana, que incluyen permitir una mayor confluencia de los sectores médicos y de entretenimiento, lo que facilitaría a los dispensarios transformarse en tiendas de productos para el consumo recreativo.

Shearin agregó que cinco expendedores ZaZZZ operarán en todo Washington y se planean más para Colorado, California, Michigan, Rhode Island y Alaska, entre las 23 entidades donde el uso de la droga, en sus diferentes modalidades, ya es legal.

Por su lado, más de cien tribus indias han expresado su interés en cultivar y comercializar cannabis en sus territorios, a unos meses de que el Departamento de Justicia les garantizara el derecho a hacerlo.

Decenas de representantes de las tribus entablaron contacto con las empresas FoxBarry Farms de Kansas y United Cannabis de Colorado, con el objetivo de entrar a la industria; la primera firma ya desarrolla la primera instalación en una zona indígena en el norte de California, con una inversión de diez millones de dólares.

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"Realmente lo subestimamos... hay tantas tribus que quieren hacerlo ahora", declaró Barry Brautman, titular de FoxBarry Farms. Explicó que "las tribus quieren lo que cualquier gobierno para su gente y eso es independencia financiera. Quieren ganar su propio dinero y proporcionar educación, salud y vivienda.

La nueva industria se los permitirá". En diciembre, la procuraduría general anunció que no interferirá con la decisión de las tribus, incluso si los terrenos de cultivo se hallan cerca de los estados donde la mariguana es ilegal, en tanto no vendan la droga a menores o desarrollen el negocio en áreas federales.