BERLÍN.- La migración neta alemana alcanzó en el 2013 su nivel más alto en 20 años, impulsada en gran parte por la llegada de inmigrantes procedentes de Italia y España, así como por la afluencia continua de polacos, según mostraron los datos de la Oficina de Estadísticas.
La migración neta -el saldo entre inmigración y emigración total- tuvo un incremento de 437 mil personas, el nivel más alto en 20 años.
En 2013, la inmigración procedente de Italia subió alrededor de 52 por ciento, hasta 32 mil. El 19 por ciento, o 22 mil personas más, llegaron desde España. No obstante, la migración de Grecia, donde comenzó la crisis de deuda de la zona euro, se redujo en 9 por ciento.
La mayoría de los extranjeros en 2013 llegaron de Polonia, con una migración neta de 72 mil personas.
Ante una población que disminuye y envejece, la industria alemana ha pedido activamente alentar la inmigración para ayudar a llenar puestos de trabajo. En 2050, un tercio de la población de Alemania tendrá más de 65 años, según datos del Gobierno, y se prevé que la población se reduzca en una cuarta parte.
A un año de que búlgaros y rumanos tengan acceso al mercado laboral europeo, la migración de ambos países mostró diferentes tendencias. La inmigración procedente de Bulgaria disminuyó 13 por ciento, mientras que la procedente de Rumania subió 10 por ciento.