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A lo Nostradamus: Putin predice ocaso de EU y el nacimiento de un mundo multipolar

El presidente ruso acusó a las potencias occidentales de negarse a aceptar los cambios ‘revolucionarios y tectónicos’ en marcha en el mundo y la aparición de nuevos centros de poder.

MOSCÚ.- El presidente ruso, Vladimir Putin, predijo este viernes el ocaso político y económico de Occidente, desde Estados Unidos hasta la Unión Europea, y consideró “irreversible” el advenimiento de un mundo multipolar, del que sería parte la actual campaña militar rusa en Ucrania.

La era del mundo unipolar “se ha terminado, pese a todos los intentos de mantenerla y conservarla por todos los medios”, dijo Putin durante su intervención en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo.

“Occidente se niega a aceptar los cambios en el mundo”

En su primera participación en un gran foro desde el inicio de la “operación militar especial” hace casi cuatro meses, Putin acusó a las potencias occidentales de negarse a aceptar los cambios “revolucionarios y tectónicos” en marcha en el mundo y la aparición de nuevos centros de poder.

Putin insistió en que los viejos “patrones” occidentales ya no funcionan, ya que las normas que rigen las relaciones internacionales se manipulan a gusto de una sola potencia y sus satélites.

“Un mundo cimentado en tales dogmas es decididamente inestable”, afirmó, aunque negó que Rusia vaya a apostar por el aislamiento o la autarquía y que China deba siempre “hacerle el juego” a Rusia.

¿EU, el enviado de Dios en la Tierra?

Acusó a Estados Unidos de creerse “el enviado de Dios” desde que clamara victoria en la Guerra Fría tras la desintegración de la Unión Soviética en 1991.

“Al clamar victoria en la Guerra Fría y proclamarse el enviado de Dios en la Tierra, Estados Unidos no tiene ninguna obligación, sólo intereses y, por cierto, esos intereses son sagrados”, denunció.

Aludió a centros como China -el líder chino, Xi Jinping, también intervino-, la India y a otros países asiáticos, latinoamericanos y africanos.

“Parece que no se dan cuenta de que en las últimas décadas en el planeta se han formado y cada vez se hacen oír más nuevos y poderosos centros”, explicó.

Y añadió que esos países tienen derecho a defender y garantizar sus “intereses nacionales”.

No hay nada que sea eterno, dice Putin

Creen que la hegemonía de Occidente en la política y economía mundial es una constante, es eterna. No hay nada que sea eterno. Nuestros colegas no sólo niegan la realidad, sino que intentan obstaculizar la marcha de la historia, piensan como en el siglo pasado, son rehenes de sus propias mentiras”, subrayó.

Recordó que China ya es, en realidad, la primera economía mundial y que Estados Unidos ha pasado de ser una potencia agrícola a ser un mero importador.

“Pero ahora el papel de Estados Unidos ha cambiado radicalmente. De un exportador neto de alimentos a un claro importador. Hablando en planta, imprimen dinero y atraen los flujos comerciales comprando alimentos por todo el mundo”, precisó.

La Unión Europea, un molino del siglo XVIII

Aunque no rechazó el ingreso de Ucrania en la Unión Europea, al no tratarse de un “bloque militar”, se mostró muy duro con los Veintisiete.

Su burocracia funciona como la piedra de un molino del siglo XVIII. Todos entienden que hicieron una tontería, pero dar marcha atrás es difícil por motivos burocráticos”, argumentó.

Putin resaltó que “la UE ha perdido definitivamente su soberanía política, ya que su élite burocrática baila al son de la música de otros”, aunque sus decisiones, como es el caso de las sanciones a Rusia, perjudiquen a sus economías.

Pronosticó que la política comunitaria conducirá a una profundización de “la desigualdad” y a un deterioro del “proceso democrático”, en el que se ignoran “los intereses de los ciudadanos”, lo que lleva a la derrota de los partidos tradicionales, aunque las nuevas formaciones tampoco tienen muchas opciones de “sobrevivir”.

“Tal alejamiento de la realidad, de las demandas de la sociedad, conducirá inevitablemente al estallido del populismo y al crecimiento de tendencias extremas y radicales, a graves cambios socioeconómicos, a la degradación y a largo plazo a un cambio de élites”, destacó.

Putin predijo que en el nuevo orden mundial únicamente tendrán voz y voto los países “fuertes” y “soberanos”, por lo que Rusia aprovechará las “enormes posibilidades” que se abren ante ella para “ser aún más fuerte”.

Ucrania, una guerra de liberación

Putin aseguró que la intervención militar rusa en Ucrania fue el perfecto “salvavidas” para que Occidente echara la culpa a Rusia de “sus propios errores de cálculo”.

“A día de hoy nuestros soldados y oficiales, los milicianos del Donbás, luchan para defender a su gente. Defienden el derecho de Rusia a un desarrollo libre y seguro como un país multiétnico que toma decisiones por su cuenta, ella misma decide su futuro”, dijo.

Insistió en que, aunque un conflicto siempre es una “tragedia” y la decisión de intervenir en el país vecino fue “difícil”, la operación era “necesaria” y “obligada” debido al incremento de los riesgos y amenazas en forma de ampliación de la OTAN.

“Es la decisión de un país soberano que tiene sin lugar a dudas el derecho, según la carta de la ONU, a defender su seguridad”, aseveró.

Todo fueron aplausos, aunque hubo una nota discordante, el presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokáyev, el único mandatario que acompañó a Putin en San Petersburgo debido al aislamiento ruso.

“No reconocemos ni a Taiwán, ni a Kosovo, ni a Osetia del Sur, ni a Abjasia, y por lo visto el mismo principio se aplicará a los territorios cuasi estatales (prorrusos) de Donetsk y Lugansk”, afirmó.

Después de que Putin defendiera su decisión de reconocer la independencia de las repúblicas del Donbás, el kazajo advirtió de que “si el derecho a la autodeterminación se lleva a la práctica en todo el planeta, en vez de 193 Estados que integran hoy la ONU, en la Tierra surgirían más de 500 o 600 Estados. Claro que eso sería un caos”.

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