Actualmente invertir en tecnología y capacitación digital en sus trabajadores ya no es opcional para las empresas, éstas deben subirse a la ola digital para mejorar su productividad o se quedarán atrás, advirtió Coparmex Nuevo León.
El organismo empresarial exhortó a las empresas de la entidad a invertir en tecnología y en la capacitación digital de sus equipos de trabajo, al advertir que de no hacerlo podrían quedar fuera de la competencia global.
“Las empresas de Nuevo León no pueden quedarse atrás”, urgió Cecilia Carrillo López, directora de Coparmex Nuevo León.
“Hoy más que nunca, la competitividad está directamente ligada al nivel de innovación y adaptación tecnológica. La inversión en infraestructura digital y en la capacitación de nuestros trabajadores no solo es una responsabilidad social, es una necesidad estratégica para sobrevivir en el entorno actual”.
Una publicación reciente de la Organización Internacional del Trabajo, titulada “Digital progress without inclusion leaves workers behind” alerta sobre los riesgos de avanzar tecnológicamente sin garantizar que todos los trabajadores tengan acceso y preparación para integrarse a esta nueva realidad.
El documento revela que existen en el mundo dos mil 500 millones de personas sin acceso a internet, y que la falta de habilidades digitales es una de las principales barreras para aprovechar las oportunidades de cambio tecnológico.
En este sentido, Coparmex Nuevo León impulsa espacios de innovación, encuentros empresariales, como el Congreso Wellness Work que llevará acabo este 20 de mayo, el cual busca transformar el bienestar personal y profesional.
“Desde Coparmex Nuevo León, ponemos a disposición de nuestras empresas afiliadas herramientas, talleres y eventos para que nadie se quede fuera de la revolución tecnológica. Subirse a esta ola ya no es opcional. Es ahora o nunca”, destacó Carrillo López.
Por lo anterior, hizo varias recomendaciones como la capacitación en habilidades digitales mediante la implementación de programas de formación para empleados, enfocándose en competencias digitales esenciales.
Asimismo, recomendó la inversión en infraestructura tecnológica, lo que implica mejorar la conectividad y el acceso a herramientas digitales dentro de la empresa, especialmente en áreas con menor infraestructura.
Promover la inclusión digital, desarrollando políticas que aseguren la participación de grupos tradicionalmente excluidos, como personas con discapacidad o de zonas rurales.
Además, sugirió la evaluación de impacto digital, analizando cómo la adopción de tecnologías afecta a la fuerza laboral y ajustar estrategias para mitigar efectos negativos.
Por último, recomendó colaborar con instituciones educativas, estableciendo alianzas para fomentar la educación en tecnologías emergentes y preparar a futuros trabajadores.