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Como consecuencia de una menor actividad de la economía estadounidense, la de México y la de Nuevo León se desacelerarán en este año, esto de acuerdo con las previsiones del Centro de Investigaciones Económicas (CIE) de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Édgar Luna, director del CIE, comentó que en el caso de México, el crecimiento económico para este año se ubicaría entre 1.6 a 1.8 por ciento, por debajo del tres por ciento esperado para el año pasado, desaceleración se debe a la menor actividad económica en Estados Unidos, principal socio comercial de México.
En Nuevo León, el crecimiento económico se ubicaría entre un 2.2 a 2.3 por ciento, también por debajo del crecimiento de 4.21 por ciento previsto para el 2023.
“Estimamos que la economía de Estados Unidos deje de acelerarse, situación que pensábamos que iba a suceder el año pasado y dado que la economía mexicana está muy ligada a la norteamericana, entonces lo que prevemos diversos especialistas para el cierre del año pasado en México es que vamos a andar rondando un crecimiento económico del tres por ciento.
“Sin embargo, este año sería un menor crecimiento, pues más o menos andaríamos en 1.6 o 1.8 por ciento como resultado de la desaceleración estadounidense”, agregó.
Comentó que otro factor que contribuirá a la desaceleración económica es el menor dinamismo de la relocalización de la cadena de suministro, tendencia que se inició en 2022, como respuesta a la pandemia de Covid-19 y a la guerra suscitada a principios del 2022 entre Rusia y Ucrania.
“Creo que el boom de la relocalización de la cadena de suministro ya se está calmando, este año probablemente se empieza a desacelerar y se habla de una segunda fase”, indicó Luna.
“Actualmente las empresas están relocalizándose para empezar la producción y probablemente a lo mejor a finales del próximo año o principios del 2025, otra vez replanteen la estrategia para volver a relocalizar empresas, pero se habla primero, al menos de esta primera ola, que pudieran ser que ya se empiece a desacelerar en el transcurso de este año”, explicó.
En términos de inflación, se prevé que la tasa anual cerró el año pasado en entre cuatro a 4.5 por ciento, por encima del objetivo del Banco de México de tres por ciento.
La inflación subyacente, que excluye los alimentos y energéticos, se habría ubicado en cinco por ciento o más.
El Banco de México podría comenzar a bajar las tasas de interés en 2024, a diferencia de la Reserva Federal, que podría continuar incrementándolas para controlar la inflación.