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Escándalo de VW acelerará el desarrollo del auto eléctrico: Carmudi

El daño a la reputación de los motores de diésel tras el escándalo de Volkswagen por falsear emisiones contaminates acelerará el desarrollo del auto eléctrico, consdira Carmudi.

CIUDAD DE MÉXICO.- La crisis que vive la empresa alemana Volkswagen ha marcado un precedente y sus consecuencias se verán reflejadas en todo el sector, pero tienen como lado positivo que se fomentará el desarrollo del auto eléctrico ante el daño la reputación de los motores de diésel, estima Edmundo Montaño, director general de Carmudi.

"Una pista de este cambio se vio reflejado la semana pasada en el incremento en 5 por ciento del precio de las acciones de Tesla, fabricador estadounidense de automóviles eléctricos", anota Montaño en un comunicado.

El escándalo de VW ha afectado a todo el sector, lo que se ha reflejado en la caída del precio de las acciones de diversas empresas automotrices.

Además, algunos expertos creen que VW no es la única empresa que ha manipulado datos, anota el director de Carmudi.

El ejecutivo también recordó que Volskwagen podría ser multada hasta por 18 mil millones de dólares, lo que se suma a la pérdida de aproximadamente 15 mil 600 millones de dólares en su valor de mercado.

OTROS ESCÁNDALOS EN EL SECTOR

Volkswagen no es la única empresa automotriz que ha vivido crisis financieras en los últimos años.

Las grandes crisis de la industria comenzaron en el 2000 en Estados Unidos, con el caso Ford-Firestone, cuando el uso de llantas defectuosas en el modelo Ford Explorer causó pérdidas de más de 2 mil 100 millones de dólares a Ford, además del cierre de una fábrica y multas por más de 750 millones para Firestone.

Nueve años después, la crisis financiera se extendió a la economía en general y Chrysler se declaró en bancarrota.

Ese mismo año, General Motors se vio forzado a declarar la mayor suspensión de pagos en la historia industrial de Estados Unidos.

A pesar de una deuda combinada de más de 255 millones de dólares, GM logró su liquidación por medio de la Ley de Quiebras de Estados Unidos. Para rescatar a este pilar de la manufactura estadounidense, el gobierno americano invirtió un total de 50 mil millones de dólares y se quedó con el 60 por ciento de las acciones de la compañía.

En 2010 fue el turno de Toyota cuando realizó una llamada a revisión de muchos de sus modelos por el acelerador. Este proceso costó a la empresa más de 25 mil millones de dólares y multas de 1.2 billones con el Departamento de Justicia estadounidense.

Finalmente, el año pasado, General Motors sufrió otra crisis cuando sus vehículos presentaron problemas en el sistema de encendido, costando a la empresa 625 millones de dólares en indemnizaciones, 900 millones en multas y el retiro de más de 2.6 millones de automóviles.

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