La desagregación de la 'última milla' de la infraestructura de las subsidiarias de América Móvil (Telcel, Telmex y Telnor) tendrá un impacto en las tarifas de servicios móviles y fijos y abrirá oportunidades para establecer modelos de negocios adicionales, de acuerdo con especialistas del sector.
Es posible que este viernes el pleno del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) discuta y vote los términos bajo los cuales se llevará a cabo el acceso a la infraestructura de las compañías de Carlos Slim por parte de otros operadores.
"La desagregación del bucle local va a permitir que existan modelos de negocio adicionales, principalmente en los servicios empaquetados a tarifas mucho más competitivas. En el corto plazo tendrá un impacto para servicios fijos y se esperaría que más adelante también se impulsara en servicios móviles", comentó Víctor Pavón-Villamayor, especialista en competencia económica.
Axtel, Maxcom, Alestra y el resto de las compañías que ofrecen servicios fijos podrán beneficiarse de la desagregación de la red local que llega directamente a los hogares de los consumidores finales. Este tramo de infraestructura se puede componer de cableado de cobre o fibra óptica y su desagregación es parte de las medidas para fomentar más competencia en el sector.
"En México hemos visto que algunas compañías han invertido en la 'última mill'a de su red, como algunas cableras y proveedores de fibra al hogar, pero no siempre se traduce en acceso a nuevos clientes", comentó Jesús Romo, analista de Telconomia, con respecto a las áreas urbanas.
Los especialistas coincidieron en que el impacto en la cobertura de servicios de telefonía fija e internet de banda ancha es mayor en áreas rurales, donde actualmente existe un único operador. Esta es parte de las medidas asimétricas que impuso el IFT a las firmas de Slim en su condición de preponderante, antes del 30 de junio, América Móvil deberá presentar sus ofertas de referencia para 2016.
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