Economía

Canadá, el hogar de migrantes del campo nacional

El Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales cumplirá 40 años en junio; el 80 por ciento de los trabajadores agrícolas regresa cada año a granjas canadienses.

CANADÁ.- Ataviado con traje y corbata, Crisanto Pedroza arriba al Aeropuerto Internacional de Toronto acompañado por otros dieciocho trabajadores. Son las seis y media de la mañana y la temperatura, es menos cinco grados centígrados. Nacido en Aguascalientes, lleva 25 años en un constante viaje entre dos hogares: 2 años en una granja en Montreal y 23 en Dutch Master Nurseries, una granja especializada en viveros y plantas de ornamento.

Cris es uno de entre más de 18 mil 463 trabajadores que año tras año viaja a las granjas canadienses como parte del Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales (PTAT). Cifras de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), indican que 80 por ciento de los trabajadores mexicanos en Canadá son solicitados año con año por el mismo empleador. En promedio, un ocupado regresa siete años al país de la hoja de Maple; pero, hay trabajadores que llevan viajando más de 30 años cada temporada.

Crisanto, de 55 años envía en promedio 300 dólares canadienses al mes a su familia en Los Cabos. Su salario es el mínimo, de 10.33 dólares la hora y en junio percibirá once, por jornadas de doce horas en épocas de verano. "En México no hay trabajo para la gente mayor, todo requiere escolaridad y yo sólo estudié hasta la secundaria", relató.

CANADÁ: CAMPO FÉRTIL

La economía canadiense es un terreno próspero para los migrantes de diferentes regiones del mundo. El agro es la base para la industria de procesamiento de alimentos con un valor de 77.6 mil millones de dólares canadienses, según cifras del Departamento de Agricultura de ese país.

Ken Forth, presidente de Foreign Agricultural Resource Management Services, explicó que en Canadá laboran 8 mil trabajadores provenientes del Caribe, principalmente de Jamaica, en contraste con los más de 18 mil trabajadores mexicanos al año.

"Cada uno de ellos es importante, pues sin ellos una industria millonaria de agricultura en Canadá estaría acabada", dijo. En entrevista, indicó que la mayoría de los agricultores canadienses son de la generación baby boom y muchos trabajadores locales se están retirando, por lo que se requiere fuerza laboral foránea.

"El PTAT es de las cosas más importantes para el sector agrícola en Canadá, si no fuera por los trabajadores migrantes ninguna de las granjas sería igual, ya que no podemos encontrar buenos trabajadores", dijo Betty-Anne Gifford, dueña de Dutch Master Nurseries.

A 300 kilómetros de Toronto, Federico García trabaja en los invernaderos de Lake Side en Leamington, Ontario. El envío de dinero a México le ha bastado para dar estudios superiores a su familia. "Yo sólo estudié la secundaria y acá gano más, con papeles y sin tener que andarme escondiendo", relató.

Anthony Cervini y sus hijos Chris y John son propietarios de los invernaderos Lake Side, granja familiar en una de las mayores concentraciones de este tipo en Norteamérica. Leamington alberga 800 hectáreas de invernaderos con alrededor de 3 mil trabajadores mexicanos. "Empezamos hace veinte años con cuatro trabajadores y actualmente recibimos entre 40 y 50 trabajadores mexicanos cada temporada".

Por la alta concentración de migrantes mexicanos en Leamington, en 2004 se estableció un consulado de carrera. Eusebio del Cueto, titular de la dependencia estimó que los mexicanos en la región ganan 41 millones de dólares canadienses por temporada, de los que 70 por ciento se envían a México como remesas.

EL COSTO DE LA DISTANCIA

Aún cuando los trabajadores mexicanos no pagan renta y cuentan con seguro médico con costo de alrededor del 5 por ciento del total de su salario, algunas personas vivieron abusos por parte de sus empleadores en años pasados, de acuerdo con el Consulado en Leamington, lo que motivó que 5 granjas se separaran del programa.

La embajada de Canadá en México dijo que cada año hay una revisión al programa. En 2010 se determinó que 85 por ciento eran buenos empleadores, 8 por ciento regulares y 7 por ciento fueron malos patrones.

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