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Oaxaca y hogares con menos ingresos, los más afectados por la inflación en México

Ahorca alza de precios más al sureste del país que al centro; inicia “pico” de la crisis este tercer trimestre, luego se prevé una tendencia a la baja.

Oaxaca y hogares con menos ingresos, los más afectados por la inflación en México

El mundo atraviesa por una espiral inflacionaria no vista en décadas, que en México afecta a algunos estados y a la población con menos recursos.

De acuerdo con datos del INEGI, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) creció 7.88 por ciento en la primera quincena de mayo, su mayor variación desde enero del 2001, lo que merma el poder adquisitivo de la población.

No obstante, en 21 entidades se reportan mayores niveles de inflación, con Oaxaca, Campeche y Chiapas a la cabeza, que incluyen cifras de 10.2, 9.6 y 9.5 por ciento, respectivamente.

Los principales motivos de la inflación, tanto a nivel nacional como global, son el incremento en los precios de materias primas, la guerra entre Ucrania y Rusia y las afectaciones en las cadenas de proveeduría, fenómeno causado por los contagios de Covid-19, especialmente en China.

El Banco de México estima que el “pico” de inflación se alcanzará en el tercer trimestre, para luego iniciar una tendencia a la baja, con niveles de 3 por ciento hasta finales de 2023.

Algunos analistas avizoran que al cierre del año el índice inflacionario registre niveles de alrededor de 8.0 por ciento. José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento

Económico (IDIC), explicó que hay varias vertientes que presionan los precios al alza: “el aumento en los costos de materias primas no se ha detenido a nivel internacional y México es un importador de muchas de ellas, pero, sobre todo, en la parte de alimentos”.

De manera interna, dijo: “varios de los productos que se consumen en el país que se utilizan para manufacturas son importados, eso acaba implicando que la transferencia de esa inflación siga estando presente. Al ser un país de baja productividad tenemos un escaso margen para poder asimilar esas variaciones de los precios internacionales”.

Oaxaca, el más afectado

Por entidad federativa, Oaxaca fue el estado que presentó el mayor incremento anual del INPC, de 10.18 por ciento; es decir, donde los hogares perdieron más poder adquisitivo.

Los bienes que más crecieron y, por ende, que más impactaron en el bolsillo de las familias oaxaqueñas, fueron el aguacate (91.61 por ciento); la cebolla (52.41 por ciento); las harinas de trigo (44.12 por ciento); los aceites y grasas vegetales comestibles (43.61 por ciento), y el jabón para lavar (42.24 por ciento).

“Oaxaca tiene una vocación importadora; es decir, la mayor parte de lo que se consume proviene de otras localidades del país y de otras partes del mundo, particularmente China, por lo que la principal vía de alza en los precios viene por este rubro”, comentó Isaac Sánchez-Juárez, responsable del laboratorio de economía en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UAJC) y oriundo de Oaxaca. Añadió que dicha entidad tiene dos vocaciones principales: la agropecuaria y la turística.

Estas actividades dependen de productos que se traen del exterior, lo que genera un efecto contagio y provoca un alza en la inflación.

“Otros factores son el Covid-19 y la guerra en Ucrania, que ha encarecido los energéticos y granos como el maíz, un producto esencial en la dieta oaxaqueña”, agregó.

El INPC en Oaxaca podría cerrar el año en 6 por ciento y, para 2023, entre 4 y 5 por ciento, estima Sánchez-Juárez.

Querétaro y CDMX, con menos incrementos

De las 32 entidades federativas del país, Querétaro y la Ciudad de México presentaron la menor inflación durante la primera quincena de junio.

Según datos del INEGI, el INPC de Querétaro se ubicó en 6.49 por ciento y en la CDMX alcanzó un nivel de 6.51, en su comparación con el mismo periodo 2021.

Los productos que presionaron al INPC en la CDMX fueron el aguacate (83.7 por ciento); la papa y otros tubérculos (54.6 por ciento); la cebolla (48.1 por ciento); los aceites y las grasas vegetales comestibles (39.5 por ciento), y el chile poblano (39.1 por ciento).

Carlos González, director de análisis económico de Monex, dijo que la diferencia en los niveles de inflación entre las entidades obedece principalmente a un tema de distribución, debido a que en algunos lugares se dificulta el traslado de ciertas mercancías y productos, específicamente los agrícolas.

“La CDMX suele tener una mejor cadena de distribución y de proveeduría en las mercancías, lo que de alguna manera ayuda a reducir el tema de los precios”, consideró.

“Es posible que las restricciones en la proveeduría de mercancías sean menores hacia adelante si China relaja los confinamientos”, indicó Ángel Huerta Monzalvo, analista en Grupo Financiero Bx+.

“Sin embargo, en el corto plazo, la extensión de la guerra en Ucrania mantendría elevados los precios internacionales de energéticos y alimentos. Además, otros riesgos siguen vigentes, como los ajustes acumulados al salario mínimo por encima del incremento en la productividad de la mano de obra”, agregó.

Golpe a los que menos tienen

El incremento en los precios de los bienes y servicios en el país ha afectado más a los hogares con menores niveles de ingresos. Si bien a nivel nacional el incremento en los precios es de 7.88 por ciento, el incremento promedio para los hogares de hasta un salario mínimo es de 8.65 por ciento, que contrasta con el 7.49 por ciento de las familias con ingresos mayores a seis salarios mínimos.

“El incremento en salarios nominales ha compensado los incrementos de la inflación. Sin embargo, los ingresos de las familias más pobres normalmente destinan cerca del 50 por ciento de su gasto en alimentos y bebidas; actualmente, los precios de algunos se han incrementado desde un 10 hasta un 20 por ciento”, señaló De la Cruz.

Ana Gutiérrez, coordinadora de Comercio Exterior y Mercado Laboral del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), explica que “los hogares de menores ingresos destinan una mayor proporción de su gasto a la adquisición de bienes cuyos precios han subido más durante el último año, por lo que el impacto de la inflación es más fuerte para sus canastas de consumo”.

“Tormenta perfecta” para productores

La inflación, los problemas de logística y el alza en la tasa de referencia del Banco de México (Banxico) serán una “tormenta perfecta” para el sector productivo de México.

“Las empresas enfrentan un aumento en los costos de producción que conviven con problemas de logística interna e internacional. Para enfrentar todo esto se tendrían que realizar mayores inversiones en donde la perspectiva con mayor tasa de intereses hace que los créditos tengan un mayor costo financiero, lo que implica hasta cierto punto dificultades para seguir avanzando en los meses por venir”, advierte el director de IDIC.

Carlos González recalca que “el problema con la inflación es que empiezan a generar problemas de segundo orden; es decir, no solamente es el impacto que tiene en algún producto o algún commoditie en la cadena de valor, si no que se vaya trasladando al consumidor”.

A esto se suma el incremento en los salarios, que en los últimos tres meses superó el 10 por ciento en términos nominales, a tasa anual, medidos con el salario promedio de los trabajadores registrados en el IMSS, cifras que no se observaban en 20 años.

Los incrementos han estado por arriba de la inflación, por lo que se han mantenido al alza en términos reales.

El último reporte de economías regionales del Banco de México revela que 47 por ciento de los directivos prevé que en los próximos 12 meses los salarios crezcan a un ritmo similar al de los 12 meses previos, y 29 por ciento anticipa que los incrementos serán mayores a los observados.

Para Banxico, esto es un riesgo para la inflación, que las presiones por mayores costos asociados a las condiciones de contratación o salarios pudieran traspasarse a los precios al consumidor.

Una salida: subsidios a la gasolina

La contribución más clara del Gobierno al combate a la inflación es, sin duda, por medio del control en los precios de los energéticos.

Los economistas dudan que el plan para contener la carestía de 24 productos de la canasta básica esté teniendo alguna influencia en el abatimiento de precios; más bien lo ven como un acto político.

Ambas estrategias están contenidas en el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), anunciado en mayo, aunque el Gobierno ya subsidiaba antes los energéticos.

Ricardo Aguilar, economista en jefe de Invex, y Jorge Gordillo, director de análisis de CI Banco, coincidieron en que la ayuda directa para paliar la inflación, que realiza el Gobierno, se observa en los subsidios a los precios de los energéticos.

“Cuando se presentó el plan, el Secretario de Hacienda enfatizó que la inflación andaría en 10 por ciento si no se hubiera condonado el IEPS a las gasolinas y el diésel, cuando la inflación estaba alrededor de 7.50 que se anunció el PACIC”, precisó Aguilar.

Alonso Cervera, economista en jefe para América Latina de Credit Suisse, afirmó que, sin el subsidio actual a la gasolina, la inflación anual sería, de por lo menos, 11 por ciento. Pero en algunos productos agropecuarios y bienes no alimenticios no se detecta tan fácil cómo es que sus precios no han aumentado, señalan los expertos.

Gordillo no cree que las otras acciones para evitar que suban los precios de la canasta básica, aparte de los subsidios al IEPS, hayan contribuido. Aguilar mencionó que en agropecuarios se estima complicado medir la influencia del PACIC porque en sus precios influyen factores climatológicos, de oferta, distribución, transportación, inseguridad y otros.

Por otro lado, los expertos consideran adecuado el trabajo del Banco de México de buscar frenar las expectativas inflacionarias con sus alzas de tasas. Gordillo indicó que Banxico no tiene muchas opciones, por lo que debe continuar así hasta que funcione, en espera de que la inflación que importamos ceda y la local se mantenga.

Prevé que Banxico lleve su tasa de interés al cierre de año a 9.5 por ciento.

*Con información de Felipe Gazcón

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