QUERÉTARO, Qro.— Los infartos cerebrales se han convertido en una de las causas más comunes de improductividad laboral en la población queretana, ya que un gran porcentaje de los sobrevivientes queda con alguna discapacidad.
Según datos de la Secretaría de Salud, el evento vascular cerebral (EVC) es una de las primeras causas de discapacidad en la población queretana y genera altos costos al sector público.
De acuerdo con el médico Claudio Ortiz, encargado del Programa para Prevenir el Infarto Cerebral, opina que el entorno urbano y de ciudad que tiene Querétaro, a diferencia de hace 20 o 30 años, detona hábitos que representan factores de riesgos de un infarto cerebral: sedentarismo, deficiente alimentación, estrés y alta actividad laboral.
A esto se suma el tabaquismo y una mayor esperanza de vida de la población, considera el neurocirujano Felipe Padilla Vázquez, con subespecialidad en terapia endovascular neurológica y quien está en la última etapa de la alta especialidad en cirugía cerebro vascular.
La variable de la edad es importante, según las autoridades, porque en diez años un tercio de la población queretana llegará a los 60 años.
RESCATE
El desconocimiento de la población y la falta de especialistas disminuye la posibilidad de abatir las muertes por infartos y genera mayor número de personas con discapacidad.
Felipe Padilla explicó que si la población estuviera informada de los síntomas de un EVC sería posible reducir el gasto del sector público y de los ciudadanos en la atención de la discapacidad.
Además es necesario capacitar al personal paramédico y de enfermería con la finalidad que puedan actuar con prontitud al momento de recibir a un paciente con un diagnóstico de este tipo.
“La gente en general no sabe y por eso no llega a un hospital. Falta promoverlo más, porque si la gente se entera va a pedir el rescate vascular”, indicó.
Querétaro es unos de los primeros estados del país en iniciar con el desarrollo de un Programa para Prevenir el Infarto Cerebral, que está en aplicación en el Seguro Popular a través del Hospital General.
En países europeos tiene años de implementación con protocolos de acción y líneas telefónicas específicas para atender a un paciente que sufre un infarto cerebral.