Ubicado a sólo 280 kilómetros de la Ciudad de México, en el estado de Guanajuato, este lugar de origen minero se ha convertido un exclusivo y pintoresco sitio. El ahora catalogado como Pueblo Mágico fue abandonado dos veces desde su fundación y hoy renace gracias al rescate de viejas casonas, plazas y callejones.
Los vestigios de minas y haciendas, así como las leyendas de esta tierra semidesértica atravesada por túneles, lo hacen un destino con toque misterioso, en el que conviven galerías de arte, hoteles boutique y edificaciones antiguas, rodeados de cerros y, como su nombre lo indica, pozos de agua.
Sus calles empedradas, cielos despejados y fachadas porfirianas contribuyen al encanto y misticismo que distingue a los exclusivos hoteles de la región.
Ubicado en una mansión restaurada del siglo XIX. Cuenta con ocho habitaciones temáticas y un par de departamentos equipados con cocina, sala y comedor. Brinda servicio de restaurante, bar y spa, donde se puede disfrutar del jacuzzi, gimnasio, alberca y terapias de relajación con base de chocolate o nopal.
Cuenta con sólo tres habitaciones, decoradas con un peculiar estilo rústico y, al ser pet friendly, ofrece la posibilidad de hospedarse con su mascota. Este hotel boutique se ha convertido en uno de los lugares más solicitados debido a su proximidad con el centro del pueblo y a sus precios accesibles.
El lujo, el diseño, la arquitectura y la decoración son las cartas de presentación de este hotel boutique que cuenta con servicio de restaurante, bar, alberca, masajes terapéuticos, biblioteca, galería de arte y salón de juegos. Sus siete suites de ensueño, en las que predomina el aroma a madera, son temáticas con amenidades para los más exigentes.
Siete habitaciones de piedra volcánica, jacuzzi al aire libre y sauna lo esperan. De estilo vintage, incluyen detalles como una botella de vino tinto, chocolates, servibar y desayuno. Puede contratar servicio terapéutico de masaje, recorridos a las minas o paseos a caballo por los cascos mineros jesuitas.
La hacienda cuenta con sembradíos de esta aromática planta y ofrece la opción de renta de casas para estancias prolongadas, con todos los servicios, en alquiler por semana o mes. Entre los atractivos está la boutique en la que se venden aceites, semillas, jabones y otros productos de lavanda.
Sus cinco habitaciones temáticas de estilo señorial son una experiencia multisensorial. Además de recorridos turísticos, ofrece masajes de piedras calientes para la relajación y carga de energía y vitalidad, espectáculo prehispánico, tienda de artesanías y vivencia de las leyendas de pozos, mientras se degusta una copa de vino, tequila o mezcal.