Salud

Los anticuerpos del COVID podrían durar para siempre (a diferencia de las promesas de tu ex)

Los investigadores encontraron células protectoras en los pacientes hasta 11 meses después de la infección, las cuales producirán anticuerpos indefinidamente.

Las personas que han pasado por una infección de COVID-19 leve pueden alojar en su cuerpo células inmunes que bombean anticuerpos contra el virus tras muchos meses después de haberse recuperado o incluso para toda la vida, sugiere una investigación de la Universidad de Washington, en Estados Unidos.

En el estudio, publicado en la revista científica Nature, los investigadores señalaron que si bien existen informes acerca de que los anticuerpos disminuyen rápidamente después de la infección, no significa que la inmunidad no sea duradera.

“Es normal que los niveles de anticuerpos bajen después de una infección, pero no bajan a cero; se estabilizan”, señalaron.

Para llegar a estos hallazgos, los investigadores analizaron muestras de la médula ósea de 18 pacientes con intervalos de tres meses, comenzando un mes después de la infección inicial. La mayoría de los participantes atravesaron un COVID leve y solo seis fueron hospitalizados.

Como se esperaba, los niveles de anticuerpos en la sangre de los participantes disminuyeron en los primeros meses después de la infección y luego se estabilizaron en su mayoría, con algunos anticuerpos detectables incluso 11 meses después.

“Aquí encontramos células protectoras de anticuerpos en personas 11 meses después de los primeros síntomas. Estas células vivirán y producirán anticuerpos por el resto de la vida de las personas. Es una fuerte evidencia de un inmunidad duradera”, señalaron.

Lo anterior se debe a que si bien una vez que se resuelve la infección, la mayoría de las células inmunitarias se mueren y los niveles de anticuerpos en sangre disminuyen, una pequeña población de células productoras de anticuerpos, llamadas células plasmáticas de larga vida, migran a la médula ósea y se establecen, donde secretan continuamente niveles bajos de anticuerpos en el torrente sanguíneo para ayudar a protegerse contra otro encuentro con el virus.

“Estas células no se están dividiendo. Están inactivas, simplemente se sientan en la médula ósea y secretan anticuerpos. Lo han estado haciendo desde que se resolvió la infección, y continuarán haciéndolo indefinidamente”, añadieron.


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