Monterrey

Gabriela Monforte: Comunicación con propósito, clave del compromiso y la cohesión organizacional

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En la década de los noventa surgió el concepto “Propósito de la organización” como resultado de la incorporación de la responsabilidad social corporativa en la gestión de las organizaciones.

El hecho de centrar la atención en la realización de acciones para atender y resolver los problemas sociales, compartiendo la generación de valor con todos los grupos de interés y no sólo para los accionistas, dio evidencia del desarrollo de valor duradero y significativo para la organización. Aquella relación orientada hacia el cliente evolucionó a una relación con múltiples destinatarios, entre ellos la sociedad y el medio ambiente.

Una herramienta que permite vincular a las empresas con el sector social es la comunicación. Las organizaciones invierten una parte importante de sus recursos para definir las mejores y más innovadoras estrategias de comunicación con sus clientes, tanto para darse a conocer como para conocerles y generar soluciones a sus necesidades.

Ahora bien, desde la perspectiva del valor compartido, la comunicación interna representa un medio para la generación de valor.

La comunicación interna, además de transmitir información asociada con la alineación de objetivos, cumplimiento de metas o logros de la corporación, es determinante en el éxito de la empresa ya que fomenta el diálogo y fortalece la cultura corporativa lo que determina el compromiso y éxito del equipo de trabajo. Desde la perspectiva social, el diálogo comunica a la organización insights que permitirán comprender de manera directa a determinados sectores sociales vinculados con la organización a través de sus propios empleados.

Para comunicarse de manera efectiva es indispensable comprender los contextos, necesidades y motivaciones de la audiencia, además de expresarse en un lenguaje que le resulte cercano y accesible.

Esta conexión no se logra únicamente con elocuencia, sino con la capacidad de transmitir, a través del diálogo, el propósito genuino que genere confianza y que esté alineado con los valores, emociones y aspiraciones colectivas. Incorporar la perspectiva de género a la comunicación es otro elemento de gran valor que actualmente está visibilizando desigualdades y generando oportunidades para establecer estructuras de liderazgo horizontales e igualitarias que trascienden a las fronteras de la organización.

Uno de los grandes retos de la comunicación interna es disponer de los medios ad hoc para todos los grupos.

Entre los canales de comunicación interna se encuentran los medios digitales como plataformas colaborativas, mensajería instantánea y correo electrónico, entre otros.

Recientemente, las redes sociales han comenzado a jugar un papel esencial en la manera en la que las personas se comunican.

Datos recientes muestran que el 76% de las organizaciones que usan las redes sociales ha reportado una mayor eficiencia interna; sin embargo, dependiendo de factores como la accesibilidad a internet y la disponibilidad del tiempo, las nuevas tecnologías de comunicación no son accesibles para la totalidad de empleados.

El uso de otros medios de comunicación como reuniones, encuestas de clima laboral, buzón de sugerencias, actividades deportivas o sociales, entre otros, generarán valor a la organización en la medida en que exista la apertura para el diálogo.

Como se menciona en este artículo, la comunicación interna se vuelve estratégica para fomentar un ambiente laboral digno y equitativo que fortalece los vínculos entre la organización y sus colaboradores a través del diálogo.

No disponer de él puede tener efectos significativos en distintos niveles de la organización. Mercer México señala que el 54% de los colaboradores considera que la comunicación interna es ineficiente, lo que se vincula directamente con la rotación de personal.

Por otra parte, INEGI reporta que en Monterrey y su área metropolitana existe una rotación equivalente al 25% del personal. El costo de rotación para la organización puede variar del 100% al 200% del salario, esto sin considerar otras pérdidas tangibles como la productividad o las intangibles como la reputación de la marca.

En contraparte, para las organizaciones con una buena estrategia de comunicación hacia sus colaboradores, el beneficio se refleja en una reducción de hasta un 50% de la fuga de talento y un incremento en la productividad entre un 20% y 25%.

Por lo anterior, los autores de este artículo estamos convencidos de que la comunicación al interior de las organizaciones es un activo muy valioso porque no solamente genera eficiencia y productividad, sino que también cumple con la meta de compartir el valor con la sociedad.

Participaron en la elaboración de este artículo: Ana Elena Sánchez, María Sofía Marcos, Mario Cavazos, Rodrigo Luna, César Simental, estudiantes de la Concentración Analítica para negocios: De los datos a las decisiones, que ofrece la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey. Gabriela Monforte es profesora de la concentración.

Contacto: gmonforte@tec.mx

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