Anualmente las remesas que ingresaron a México durante febrero cayeron 1.4 por ciento, lo que representa la primera caída en el flujo de remesas desde marzo del año pasado ante el fortalecimiento del peso.
Al cierre del mes se contabilizaron 2 mil 52 millones de dólares por este tipo de transferencias a través de 6.8 millones de operaciones, según Banco de México (Banxico).
El número de envíos de dinero se redujo 5.2 por ciento, señalando la primera caída en el volumen en casi tres años y la baja más importante en cuatro años y medio.
Alejandro Cervantes, subdirector de análisis económico de Banorte, explicó que la caída en el flujo de remesas fue por la apreciación del tipo de cambio, ya que, si bien en el largo plazo los movimientos de las divisas no tienen un impacto significativo, en el corto plazo sí hay una incidencia.
Medidos en moneda nacional, los envíos que realizaron los mexicanos desde el exterior totalizaron 41 mil 550 millones de pesos, con lo que subieron 9.5 por ciento anual, la menor alza en poco más de dos años, ante la recuperación que ha reportado el tipo de cambio.
Cervantes consideró que aunque en el segundo mes del año se publicaron los lineamientos de la política anti-migratoria de Donald Trump, su efecto fue menor sobre las decisiones de envío, dado que el anuncio se dio hacia finales. Empero, las remesas se verían impactadas por esta estrategia en los meses siguientes, capturando el temor de los migrantes a ser deportados.
"Por la incertidumbre de si van a ser deportados o no, vamos a tener un fuerte incremento en el flujo de remesas, que estará acotado al primer semestre del año", afirmó Cervantes.
Por su parte, Salvador Bonilla, subgerente de estadísticas económicas del CEMLA, expresó que contempla tasas de crecimiento en las remesas más moderadas, porque los crecimientos de los meses anteriores estuvieron muy influidos por los resultados de las elecciones en EU y por el impacto que tuvo el tipo de cambio, haciendo difícil sostener un ritmo de crecimiento similar.