Economía

Boom que registran las cafeterías no beneficia a los productores

La intermediación ocasiona que los cafetaleros perciban sólo 40 centavos, en promedio, de una tasa que cuesta 17 pesos.

CIUDAD DE MÉXICO.- A pesar de que en México se registra un boom en la instalación de cafeterías, que a lo largo del país podría superar ya las cien mil, con ventas superiores a 135 millones de pesos diarios, el productor primario continúa estando ausente de los beneficios de la comercialización, y lejos de verse beneficiado vislumbra un panorama cada vez más amargo, pues de un costo promedio de 17 pesos de una taza de café únicamente le llegan 40 centavos.

Mientras que para los industriales de las cafeterías se trata de un negocio donde el retorno de la inversión se da en el corto tiempo (2 años como máximo), tomando en cuenta el aumento en el consumo de café por parte de la población, los productores se ven cada vez más afectados.

Esto, porque el precio del aromático a nivel de campo va a la baja y reciben hasta 5 pesos por kilo de su producción, mientras que en el anaquel el kilo se ubica entre 150 y 350 pesos.

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AFECTA INTERMEDIARISMO

El problema, de acuerdo con especialistas, es el exceso de intermediarismo, pues tan sólo con la selección del grano verde se incrementan los precios hasta en 60 pesos por kilo. En el país se ha generado una cultura del café con las barras o con las tiendas de conveniencia en los últimos años.

Lo anterior está forjando una demanda de consumidores y personas que se están abriendo cada vez más a este producto de calidad internacional.

En esta tendencia lo ideal es que se logre acortar la cadena y que sea el productor el que directamente venda al tostador y la cafetería, lo que permitiría darle un verdadero valor a su trabajo.

CAMBIOS EN EL MERCADO

De acuerdo con Sylvia Gutiérrez Parra, especialista y asesora de Expo Café, actualmente de 10 tazas que se consumen en el país, siete se beben en los hogares y el resto en cafeterías y centros de trabajo; sin embargo, se prevé que la tendencia de consumo vaya creciendo hacia las cafeterías.

Es claro que los precios de una taza de café que en algunos casos son de hasta 50 pesos, no son una limitante para su consumo, prueba de ello es el crecimiento de empresas como Starbucks, Punta del Cielo, Cielito Querido, Italian Coffee, Santa Clara, Finca Santa Veracruz y Cup Stop, que buscan tener una participación importante en México.

No obstante, considera que el negocio debe extenderse en beneficio no sólo de los empresarios sino de los pequeños productores sociales que en México representan más de 80 por ciento.

Para ello deben integrarse a una cultura del valor agregado para que dejen sólo de recoger y vender, y que permita generar utilidades tomando en cuenta que su producto es el principal ingrediente de este negocio.

Se calcula que de los más de cien mil puntos de venta de café en el país, sólo 16 mil 500 son cafeterías especializadas, el resto, establecimientos como tiendas de conveniencia donde venden además de café otros productos como comidas.

Adriana Hid, asesora especializada de la Asociación Mexicana de Cafés y Cafeterías de Especialidad, destaca que el objetivo de esta organización es profesionalizar a los preparadores de bebidas con base en café, en el conocimiento primero de la calidad de granos y materias primas y lo más importante, en la calidad de la preparación final de la bebida con lo que se contribuye a incrementar el consumo per cápita de este producto que actualmente es de 1.5 kilos por año.

La crisis del sector se refleja en las estadísticas internacionales, pues mientras en los años noventa México ocupaba el tercer lugar en producción del aromático superado sólo por Brasil y Colombia, actualmente ocupa el undécimo y se encuentra lejos de recuperar los primeros lugares.

Por ello, Alfredo Moisés Ceja, vicepresidente de la Confederación Mexicana de Productores de Café, asegura que tanto productores como industriales están dispuestos a invertir pero siempre y cuando haya políticas adecuadas, en donde el café mexicano recupere precios.

FALTAN APOYOS

Del total de la producción nacional de café sólo 20 por ciento es para consumo interno, lo que indica la necesidad de una campaña de promoción que no sólo fomente el consumo nacional, sino que posicione a México como uno de los mejores del mundo.

Países como Brasil y Colombia, cuentan con infraestructura para lograr grandes producciones, no sólo con apoyos del gobierno, sino con tecnología y controles de calidad. En México, con la desaparición del Instituto Mexicano del Café se desmembró la cadena productiva y los apoyos son mínimos.

Los programas oficiales destinados al sector sólo han coadyuvado a disminuir el abandono de las plantaciones y a mantener esta importante actividad productiva.

Sin embargo, se trata de un cultivo con regresiones tecnológicas importantes, por la aplicación de políticas económicas que no favorecen la adopción de tecnologías más productivas, la prevalencia de campesinos minifundistas, regímenes de propiedad de la tierra poco flexibles y sistemas de investigación y extensión rígidos y débilmente articulados con otros agentes que participaban en el sistema de innovación agropecuario.

Por ello es necesario integrar y ejecutar un plan metodológicamente eficaz, a fin de comprender e interpretar, de manera profunda y precisa, las circunstancias y condiciones en que operan los productores de café.

No hay que olvidar que llevar una taza de café a las manos de un consumidor implica un largo proceso que abarca una cadena que va desde el cultivo, la recolección, el despulpado, lavado, secado y trilla, hasta la clasificación, tostado, molido e industrialización.

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