Economía

Invasión rusa en Ucrania pegará a suministro de chips, coches y medicinas

Además del golpe a precios de energéticos y alimentos, se interrumpirá la producción manufacturera, advirtió la Cámara Internacional de Comercio.

Las cadenas globales de suministro se verán todavía más presionadas tras la invasión de Rusia a Ucrania.

La Cámara Internacional de Comercio (ICC por sus siglas en inglés) advirtió este jueves que la invasión rusa “sin duda, tendrá repercusiones en las cadenas globales de suministro, cuyos efectos se verán en las próximas semanas y meses”.

Además de los golpes a los mercados energéticos y los precios de los alimentos, la ICC anticipa interrupciones a la producción manufacturera y desajustes en “un gran número de sectores”.

“Hay un fuerte riesgo de que la producción de semiconductores, vehículos y medicinas se vean severamente impactados por la interrupción de las actividades empresariales legítimas en Ucrania, que en años recientes se ha convertido en un proveedor de metales esenciales y materias primas de las cadenas globales de valor”, declaró el organismo en un comunicado.

Fuerzas rusas irrumpieron en territorio ucraniano la noche del jueves, impulsando un escenario catastrófico temido por analistas económicos a nivel global. Se anticipan presiones para los precios y también dificultades para el suministro de todo tipo de bienes.

Ucrania se ha convertido en una de las principales fuentes de materiales en la producción de semiconductores, como paladio y gas neón. Cabe recordar que la industria de microchips ya enfrenta cuellos de botella en sus plantas productoras, y el efecto se siente en otras industrias que usan semiconductores como componentes esenciales de manufactura. Tal es el caso para los automóviles, electrodomésticos, consolas de videojuegos, teléfonos inteligentes, computadoras y más.

Previo a la invasión, en un sondeo realizado por el Departamento de Comercio de Estados Unidos a principios de 2022, compañías productoras y compradoras de semiconductores proyectaron que la crisis de suministro duraría por lo menos otro semestre.

A los cuellos de botella en manufactura hay que sumar la escasez de contenedores para el transporte de bienes y el congestionamiento en puertos, que tiene los precios del flete marítimo por las nubes.

La más reciente edición del Barómetro de Comercio de Bienes de la Organización Mundial del Comercio (OMC) indicó que el flujo global de mercancías mejoró al cierre de 2021, aunque todavía sigue débil, sobre todo para el sector automotriz y el transporte marítimo de mercancías. Para 2022, la OMC proyectó un comienzo débil por las presiones a las cadenas de suministro y los estragos causados por la nueva variante de COVID-19.

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