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El mexicano Manny Bañuelos regresa como hijo pródigo a los Yanquis de Nueva York

El pitcher llegó por primera vez en 2008, sin embargo una lesión cambió su rumbo en el béisbol.

Cuando Manny Bañuelos pisó el montículo el viernes en el Estadio de los Yanquis, años después de que su sueño pareció escapársele, el catcher José Treviño le ofreció un corto mensaje.

“Hombre, bienvenido a casa”, recordó Treviño que le dijo. “Aquí es donde debes estar, aquí estás. Disfrútalo”, declaró.

Tras ser un prospecto de los Yanquis, el pitcher mexicano finalmente pudo lanzar con el equipo 14 años después de que se unió a la organización y siete de que lo enviaron a otro equipo. Tras jugar en México y Taiwán, el zurdo de 31 años lanzó por primera vez en las Grandes Ligas desde el 2019, con dos entradas relevando a Gerritt Cole en el triunfo 13-0 ante los Tigres de Detroit.

“Es increíble”, reconoció Bañuelos. “Es grande para mí. He esperado un largo tiempo para esto”.

Nueva York firmó al talentoso pitcher mexicano en 2008, cuando tenía 17 años.

Pero Bañuelos sufrió un desgarre en el ligamento colateral ulnar del codo izquierdo y que lo llevó a someterse a una cirugía Tommy John que le costó casi dos campañas completas. Nunca jugó más allá de la Triple-A con los Yanquis y lo canjearon a Atlanta en el 2015.

Regresó a las Grandes Ligas ese año con los Bravos, pero se lesionó y fue poco efectivo. Tras pasar otras tres campañas en la Triple-A, lanzó 16 juegos con los Medias Blancas en el 2019.

Su meta fue volver a las Grandes Ligas y fue fácil decidir volver con los Yanquis esta primavera con un contrato de Ligas Menores.

Finalmente saludable, puso su mente en los entrenamientos de primavera y dominó con Scranton/Wilkes-Barre en la Triple-A. Las lesiones abrieron un lugar en el bullpen y Nueva York lo llamó el 26 de mayo.

“Crecí como aficionado de los Yanquis”, dijo. “Cuando me dieron la oportunidad aquí fue increíble”.

Su llegada coincidió con un dominante momento de la rotación de Nueva York y que dejó poco espacio para que el bullpen trabajara, pero Bañuelos tuvo oportunidad el viernes.

Cole permitió dos hits en la séptima y en la siguiente entrada el mánager Aaron Boone llamó a Bañuelos.

Se detuvo en el montículo un momento para disfrutar el momento antes de comenzar a trabajar.

Permitió un hit y un ponche para cerrar un combinado de tres hits con Cole.

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