Tokio 2020

Se apaga el pebetero en Tokio: Thomas Bach declara clausurados los Juegos Olímpicos

La llama de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se apagó, sin embargo, volverá a brillar en París 2024.

Cual samurái peleando y resistiendo por su señor, así resistió el pueblo japonés a los embates del coronavirus en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

La trigésima segunda edición de los Juegos Olímpicos llegó a su final, en una edición que pasará a la historia como la primera en realizarse en medio de una pandemia y la primera en celebrarse sin público en las gradas.

Tras 17 días de competencias de alto rendimiento, Tokio 2020 se hace a un lado para abrirle paso a París 2024, no sin antes hacer una escala en los Juegos Paralímpicos, que se realizarán semanas más tarde.

Pese a celebrase un año más tarde de lo planeado, Japón volvió a dar muestras de su resistencia y aguante para organizar una justa veraniega en medio de una pandemia.

Tal y como sucedió en 1964 cuando Japón quiso demostrar que estaba preparado para albergar unos Juegos Olímpicos 20 años después de la Segunda Guerra Mundial, los nipones volvieron a dar muestras de su capacidad y fortaleza para resistir a una pandemia que puso en jaque al deporte y encerró al mundo en sus casas.

Gracias a una extraordinaria logística y estrictos procedimientos sanitarios, Tokio 2020 se efectuó con orden evitando una cancelación que hubiese costado millones de dólares y derribado la esperanza de miles de atletas que se prepararon por casi cinco años.

Pese a la pandemia y al descontento de un sector de la población, los japoneses probaron que sí se podrían llevar a cabo un evento de esta magnitud pese a tomar medidas drásticas que afectaron a las arcas económicas como no contar con público en las gradas.

Quizás, lo más sencillo hubiese sido cancelar los Juegos Olímpicos, sin embargo, el pueblo nipón logró sacar adelante esta justa y poner al deporte en el centro del mundo, siendo los ‘Juegos de la Esperanza’.

Ahora, la estafeta queda en manos de París que vuelve albergar una justa un siglo después (1900 y 1924), convirtiéndose en la segunda ciudad europea en albergar unos Juegos Olímpicos por detrás de Londres (1908, 1948 y 2012).

De esta manera, la ciudad parisina espera recibir al mundo con los brazos abiertos y con público en todas las sedes sin la necesidad de lamentar más perdidas a causa del coronavirus.

Con solo tres años por delante, la capital francesa se prepara para relevar a Tokio que será recordada como la ciudad que batalló y aguantó valerosamente los Juegos Olímpicos en medio de una pandemia, cual samurái defendiendo a su señor.

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