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Medicamentos y alcohol causarían malformaciones congénitas


 
Notimex
 
Dedos unidos, cortos o ausencia de extremidades son consecuencia de factores como utilización de ciertos medicamentos, consumo de alcohol en el embarazo y herencia genética, explicó el genetista del IMSS en Jalisco, Luis Eduardo Figuera Villanueva.

El investigador del Centro de Investigación Biomédica de Occidente (CIBO) explicó que estas anomalías, si bien pueden estar relacionadas a otros padecimientos, en la mayoría de los casos se presentan de manera aislada y no figuran como un factor de riesgo para el desarrollo intelectual del infante.
Algunas de las anomalías más frecuentes, son las situadas en manos y pies como es el caso de la sindactilia, desorden caracterizado por la unión de los dedos. El mismo se debe a una falla durante el proceso apoptósico, descrito como la muerte celular programada en este caso de tejido, que dará paso a la formación del miembro.

Indicó, en un comunicado, que esta malformación se puede presentar de manera unilateral  -un solo miembro- o en todas las extremidades, y puede estar unido por membranas de piel o dermis y tejido óseo, sin distinción de género o raza con una frecuencia de un caso en cada 20 mil nacidos vivos.

Otro padecimiento relacionado con deformaciones en extremidades es la ectrodactilia, conocida también como 'manos de langosta', caracterizada por ausencia de dedos por lo que se forma una hendidura, dando el aspecto de una tenaza a la extremidad, semejante a la de los citados crustáceos.

Como sucede en la sindactilia, la ectrodactilia se puede presentar de manera unilateral o bien en todos los miembros y no tiene predilección por grupo étnico.

Si bien en la mayoría de los casos no son incapacitantes, es importante el diagnóstico oportuno, ya que en la medida que se actúe con prontitud el paciente gozará de mejores prestaciones en términos de adecuación y rehabilitación.

El especialista expuso que el tratamiento para este tipo de casos incluye medicina física así como intervención quirúrgica, misma que de manera idónea se realiza en los primeros cuatro años de vida del paciente.

El genetista señaló que de presentarse de manera unilateral, muy probablemente se trate de insuficiencias durante el periodo de gestación, señal que podría descartar el factor genético adjudicándolo así a agentes ambientales, como el consumo de alcohol o ciertas sustancias en el embarazo.

Sin embargo, al manifestarse en más de una extremidad, se tendría la sospecha de antecedentes genéticos. El especialista añadió que puede haberse presentado en padres o permanecer latente por generaciones, así como corresponder a una nueva mutación.

Ante este panorama, es importante acudir con especialistas si se tiene la sospecha de poseer carga hereditaria que influya en la aparición de malformaciones.

Recordó que el IMSS en sus Unidades Médicas de Alta Especialidad (UMAE) y en el propio CIBO, ofrece asesoría genética que acompañada de estrategias en planificación familiar, advierten a las parejas sobre las probabilidades de tener descendencia con alguna malformación de este tipo.

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