Estados Unidos seguirá siendo un país democrático, con o sin Donald Trump; en México, después de López Obrador, no sabemos.
La selección de diputados, senadores y gobernadores morenistas sugiere continuidad en la influencia del presidente saliente sobre el gobierno entrante.
El término de un sexenio trae consigo un período de ajuste de cuentas, tanto para aquellos que ejercieron el poder como para quienes lo padecieron.
Estos reportes y advertencias, en lugar de ser vistos como actos de injerencia, deberían interpretarse como ejercicios de soberanía.
El crimen organizado se ha fortalecido, la inseguridad va en aumento, y con ello la emigración mexicana.