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¿Qué es el skin oiling y para qué sirve? La técnica ancestral que regresa a las rutinas de skincare

Con nuevas formulaciones ligeras, el skin oiling se integra a rutinas de belleza actuales como un método adaptable a distintos tipos de piel.

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El Skin Oiling es una técnica utilizada en rutinas de skincare para mejorar la textura de la piel. (EFE / Shutterstock / Pexels Ron Lach)

El uso de aceites en el cuidado de la piel vuelve a ocupar un lugar dentro de las rutinas de belleza. Lejos de considerarse un recurso extra, el llamado skin oiling se integra como un método de nutrición dérmica, con aplicaciones que abarcan rostro, cuerpo y zonas específicas como uñas o cabello.

La práctica no es nueva. El empleo de aceites vegetales para cuidado de la piel forma parte de tradiciones cosméticas de distintas culturas. Sin embargo, su regreso se apoya en la investigación dermatológica con el desarrollo de nuevas fórmulas.

También coincide con una mayor atención a fórmulas de origen vegetal, texturas ligeras y protocolos más personalizados. En este contexto, el skin oiling se presenta como una técnica adaptable a distintos tipos de piel y momentos del día.

Definición y usos: ¿Qué es el método oiling?

El skin oiling consiste en la aplicación controlada de aceites cosméticos formulados para uso cutáneo, con el objetivo de reforzar la barrera natural de la piel y reducir la pérdida de hidratación. A diferencia de una crema tradicional (que combina fase acuosa y oleosa), el aceite actúa como barrera protectora, ayudando a retener el agua y mantener hidratación.

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El skin oiling es una técnica de cuidado de la piel nacida hace cientos de años. (Pexels RDNE Stock project)

De acuerdo con la American Academy of Dermatology (AAD), los aceites aplicados sobre la piel no hidratan por sí mismos, pero contribuyen a sellar la humedad cuando se utilizan sobre piel ligeramente húmeda o después de productos humectantes.

En la práctica actual, el skin oiling se interpreta como un ritual completo y no como un paso aislado. Además de hidratar, su función es apoyar la nutrición dérmica y favorecer una textura más uniforme.


Tradición cosmética y reformulación contemporánea: El origen del skin oiling

El uso de aceites vegetales tiene antecedentes en sistemas tradicionales de cuidado corporal en regiones de Asia, África y Medio Oriente. La diferencia con el enfoque contemporáneo radica en la selección de materias primas, los procesos de refinamiento y la evaluación dermatológica de su compatibilidad con distintos tipos de piel.

Medios especializados en belleza y dermatología coinciden en que el auge actual del skincare basado en aceites responde a una convergencia entre tradición e innovación.

El desarrollo de aceites de rápida absorción y perfil no comedogénico permite su incorporación incluso en pieles mixtas o grasas, un aspecto que durante años fue motivo de reserva.

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Las fórmulas de aceites vegetales actualmente buscan adaptarse a todo tipo de piel. (Pexels SHVETS production)

Beneficios cosméticos respaldados por la dermatología

Los aceites vegetales utilizados en cosmética suelen contener ácidos grasos esenciales y antioxidantes. La British Association of Dermatologists señala que ciertos aceites vegetales además tienen lípidos compatibles con la piel.

Según información divulgada por la Cleveland Clinic, estos componentes reducen la pérdida de hidratación en la piel y a mantener la elasticidad cutánea.

En pieles mixtas o grasas, algunos aceites con formulaciones ligeras pueden contribuir a regular la producción de sebo, en lugar de incrementarla. Este efecto depende del tipo de aceite, su composición y la cantidad aplicada, por lo que su uso debe ser cuidadoso.

La versatilidad es otro de los factores asociados al skin oiling. Además de suavizar zonas ásperas, los aceites se emplean para apoyar la prevención de marcas, aportar confort tras la exposición al frío o al viento y complementar rutinas que incluyen limpieza, hidratación y protección solar.

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El uso del skin oiling tiene varios beneficios en la piel. (Foto: Shutterstock)

Cómo integrar el skin oiling en la rutina de skincare

La aplicación del skin oiling implica más que distribuir un producto sobre la piel, pues la técnica correcta hace la diferencia para maximizar sus efectos benéficos.

La aplicación directa es una de las más comunes. Consiste en colocar unas gotas del aceite en las manos, calentarlo ligeramente con el frote y extenderlo sobre rostro, cuello o cuerpo mediante presiones suaves.

Otra opción es mezclar el aceite con una crema o loción previamente aplicada. Esta técnica se emplea para reforzar zonas especialmente secas, como codos, rodillas o áreas con tendencia a estrías. También se utiliza como complemento tras la exposición a condiciones ambientales intensas.

El masaje suave forma parte del ritual. Movimientos circulares y ascendentes favorecen la distribución uniforme del producto para cuidar la piel y aportan una sensación inmediata de confort. Además, el skin oiling puede aplicarse de manera puntual en cutículas, uñas o puntas del cabello, siempre con productos formulados para cada uso.

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Las técnicas de aplicación de aceites para la piel influyen en sus beneficios. (María Muñoz Rivera/EFE)

Recomendaciones y precauciones en el uso de aceites faciales

Los especialistas subrayan la importancia de ciertos criterios. El primero es la elección del producto. No todos los aceites son adecuados para todos los tipos de piel; algunas deben optar por fórmulas no comedogénicas.

El segundo aspecto es la técnica. La dosificación, el tipo de masaje y el momento de aplicación influyen en el resultado final. Un empleo excesivo puede generar sensación pesada o interferir con otros productos de la rutina.

El skin oiling no sustituye la limpieza ni la protección solar, pero puede optimizar sus efectos. También se sugiere revisar aspectos como la trazabilidad de los ingredientes y las certificaciones de sostenibilidad, un factor cada vez más relevante en la cosmética actual.

Con información de EFE.

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