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La mañana de este 10 de marzo, Galilea Montijo confirmó su separación de Fernando Reina Iglesias, con quien duró casada más de 11 años y es padre de su hijo Mateo, a través de un comunicado en redes sociales.
En el mensaje, Galilea dijo que hace algunas semanas acordaron la separación, pero recientemente comenzaron con el proceso legal para dar término a su matrimonio.
De igual forma agradeció el apoyo de amigos, familiares y personas cercanas, y destacó en el cierre de su comunicado que, al tratarse de un asunto privado, no hará más declaraciones respecto al tema.
¿Quién es Fernando Reina Iglesias?
Fernando Reina Iglesias es un servidor público, político y deportista originario de Acapulco, Guerrero, quien recientemenete (el 6 de marzo) cumplió 45 años.
Estudió la licenciatura en Mercadotecnia en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), donde también cursó la maestría en Gestión de Políticas Públicas. Su formación incluye una maestría en Administración de Negocios Internacionales en la Universidad Internacional (Uninter).
Como político, Fernando Reina comenzó su labor en 2005 tomando el puesto de director general de promoción y fomento al desarrollo de la Secretaría de Fomento Turístico del Estado de Guerrero, y a partir de enero de 2009 se convirtió en regidor de su ciudad natal, puesto en el que estuvo cuatro años.
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En enero de 2013 se integró al gobierno federal como coordinador de delegados dentro de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Como deportista, la expareja de Galilea Montijo es amante de los deportes extremos y desde hace más de 20 años gusta de practicar esquí acuático descalzo, con el que ha obtenido diversos reconocimientos.
En 1998 fue campeón nacional en Estados Unidos, y en 2009 obtuvo el campeonato nacional mexicano.
Dos años después, el 7 de marzo de 2011, rompió el récord mundial del esquiador estadounidense Scott Pellaton, aunque aquella hazaña estuvo envuelta en la polémica al haber utilizado un helicóptero que la Secretaría de Salud del Estado de Guerrero destinó como ambulancia aérea para mujeres embarazadas.