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Itatí Cantoral revela que ‘no era nadie’ cuando llegó a la telenovela ‘María la del Barrio’

La actriz Itatí Cantoral recordó a su personaje Soraya Montenegro en ‘María la del Barrio’, telenovela que grabó a sus 19 años.

En la década de los 90, Itatí Cantoral interpretó al personaje de villana por el que tal vez es mayormente conocida: Soraya Montenegro en la telenovela María la del Barrio.

En ese entonces ella tenía 19 años y pocos proyectos antecesores, por lo que reconoce que “no era nadie, nadie, al lado de Thalía”, que se había convertido en la protagonista más vista de la televisión mexicana luego de su trilogía en Televisa.

Por eso aseguró que no refutaba ninguna de las indicaciones de la directora Beatriz Sheridan, pues como se iniciaba en la industria del entretenimiento “yo, si opinaba, me sacaban. Punto”, le dijo a Yordi Rosado.

Para darle vida a su papel, la actriz accedió a cambiar su look y agregar un lunar para verse mayor, aunque no le gustaba. “Me cortaron el pelo como 5 veces, me cambiaron el corte, el color (…) No me importaba. Yo lo único que quería era hacer la novela, iba a ser la villana y yo estaba feliz”.

Una de las escenas más populares –incluso en memes en redes sociales– es la de la ‘maldita lisiada’, un éxito que no sabrían que vendría. “No es que estudié más que nunca, me discipliné como jamás en mi vida, fui con 400 maestros, no es cierto”, reveló.

Lo que sí generó fue el aplauso de los técnicos y la visita de Emilio Azcárraga, que gracias a eso preguntó por ella y supo cómo se llamaba, algo que enorgullece a Itatí porque era considerado “como la ley máxima”.


De la vergüenza al orgullo: Itatí Cantoral sobre Soraya Montenegro

Cantoral acepta que al principio le enojaba que le recordaran el proyecto frecuentemente y se cuestionaba: “¿por qué no me reconoces por otras cosas?”, ya que pensaba que estaba “sobreactuada” o que era “el peor” en su trayectoria.

“Si me afectaba al principio porque era con lo único que me reconocían”, argumentó. Sin embargo, decidió cambiar de actitud, pues considera que si no “me voy a amargar bastante”.

Ahora se muestra agradecida con la oportunidad, pero reconoce que fue una transición para llegar a ese punto. “No sé si eso fue lo que me hizo aprender a reírme de mí misma”, añadió.

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