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Aeroméxico pierde en dos días 80.4 mdd en valor de mercado

Analistas ven que la volatilidad sobre su acción continuará hasta que se concrete la Oferta Pública de Adquisición.

Aeroméxico continuó perdiendo valor de mercado por segunda jornada consecutiva y, al cierre del viernes, sus acciones cotizaron en apenas 1.16 pesos por papel, el peor precio para la empresa dirigida por Andrés Conesa en toda su historia, con lo que en sólo dos días acumuló pérdidas por 80.4 millones de dólares, o alrededor de mil 725 millones de pesos.

Lo anterior significa que, entre el cierre del 15 de diciembre, cuando su capitalización de mercado era de 118.6 millones de dólares, al viernes 17 de diciembre que ese monto se desplomó a 38.1 millones de dólares, la aerolínea perdió 67.8 por ciento de valor.

Durante la jornada del viernes, la empresa tuvo que detener por poco más de cuatro horas su cotización en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), para luego reiniciar sus operaciones cerca de las 13:00 horas de la Ciudad de México.

Sin embargo, la suspensión no aminoró el impacto en sus papeles, que tuvieron un retroceso del 34.4 por ciento con respecto al cierre previo.

La compañía que encabeza Andrés Conesa anunció el jueves que una empresa no relacionada presentó una solicitud de una Oferta Pública de Adquisición de Acciones (OPA). Después del anuncio, Aeroméxico ha tenido un par de días volátiles en la cotización de sus acciones.

Brian Rodríguez, analista para Monex Casa de Bolsa, indicó que las jornadas de volatilidad de las acciones de la aerolínea se mantendrán hasta que se concrete la OPA y se pueda conocer las condiciones de compra de los nuevos accionistas.


Aunque el experto dijo que no es común que las suspensiones, como la registrada por Aeroméxico el viernes, se extiendan durante bastante tiempo, es necesario esperar a la información que anuncie la emisora a la BMV.

La oferta propuesta por la empresa externa es pagar un centavo de peso mexicano por cada una de las acciones en circulación de Aeroméxico. Ante la negativa de Delta, empresa que concentraba el 49 por ciento de las acciones de la aerolínea mexicana antes de la pandemia, el monto máximo de papeles a adquirir sería de 331 millones 480 mil 713.

Aeroméxico notificó el 13 de agosto del año pasado que, si los inversionistas del tramo 2, de 800 millones de dólares, deciden convertir esos recursos en acciones, previo aumento del capital social, los accionistas perderían el control, diluyéndose casi por completo.

La medida toma vigencia porque el 24 de febrero la empresa dirigida por Andrés Conesa recibió el tramo final de financiamiento por 625 millones de dólares, de manos de Apollo, la empresa que ahora tendrá el 22.3 por ciento de las acciones de la aerolínea, mientras que el 20 por ciento estará bajo el control de Delta, el 4.1 por ciento pertenecerá a accionistas mexicanos; y el resto se repartirá entre inversionistas que participen en la OPA, la cual podrán adquirir las acciones con un valor de un centavo de peso mexicano cada una.

En junio del 2020, Aeroméxico anunció su decisión de adherirse a la protección que le otorga el capítulo 11 de la Ley de Bancarrotas en Estados Unidos. A partir de la aprobación de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, la aerolínea comenzó a renegociar con todos sus acreedores, entre ellos los pilotos y sobrecargos de la empresa.

Como miembros del comité de acreedores, los pilotos sindicalizados aseguraron, tras las dos jornadas a la baja de las acciones de la empresa, que se mantendrán vigilantes de que se cumplan los tres ejes importantes de la reestructura de Aeroméxico: pronta conclusión del proceso, inversión mexicana y la permanencia de Delta Airlines.

La Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) de México indicó, en una postura, que no es “atípico que haya un ajuste en el precio de la acción y los pilotos confiamos en que la decisión de la administración de Andrés Conesa nos acerquen a una pronta culminación del proceso de reestructura”.

Para Juan Musi, analista y socio de Alpha Patrimonial, la situación de la empresa es complicada y, adquirir títulos de la aerolínea sigue siendo un volado, pues la empresa está a la espera de la autorización de la OPA y de las condiciones de compra de los nuevos accionistas.

“Espero y creo que Aeroméxico no va a quebrar, pero eso no garantiza que comprar a los precios de hoy vaya a subir el precio, es complicado, es una apuesta”.

En cifras acumuladas a noviembre, la empresa aérea aún se encuentra 21.7 por ciento por debajo del número de pasajeros transportados antes de la pandemia, siendo el componente internacional el que presenta una recuperación más lenta debido a las restricciones de viaje que aún pesan sobre destinos europeos y suramericanos.

Durante su proceso de reestructura financiera, Aeroméxico pasó de ser la primera aerolínea en movimiento de pasajeros en México, a estar Volaris.

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