Salud

Síntomas inusuales de COVID-19: ¿Por qué la boca seca se relaciona con coronavirus?

La boca reseca, también conocida como xerostomía, es uno de los síntomas menos conocidos del COVID-19; sin embargo, su prevalencia es elevada.

El SARS-CoV-2 es un virus que produce un síndrome respiratorio agudo severo, que se ha caracterizado provocar en los infectados síntomas como fiebre, tos, dificultad para respirar, fatiga, dolor de cabeza, vómito y diarrea; así como otras manifestaciones sistémicas que en ocasiones ha provocado la muerte de los portadores.

Sin embargo, hay algunos síntomas poco frecuentes o conocidos como los ‘dedos COVID’ y algunas manifestaciones orales, como la boca reseca, la ausencia o pérdida casi completa del sentido del gusto y la capacidad de sentir sabores.

De acuerdo a un artículo publicado en la Revista Internacional de Odontoestomatología, esto se debe a que el receptor de la enzima convertidora de angiotensina 2, al que se une el SARS-CoV-2 para poder entrar en la célula huésped, se expresa altamente en las células epiteliales, especialmente en la lengua.

¿Por qué la COVID-19 está relacionada con la boca seca?

Según la Clínica Dental Gaudí, las hipótesis de los investigadores apuntan a que la sequedad de la boca en pacientes con COVID-19 podría producirse como consecuencia directa del SARS-CoV-2.

Este virus, entre otras cosas, afecta a las glándulas salivales, provocando una disminución de la producción de este fluido.

Además, esta situación puede empeorar debido a los efectos secundarios del consumo de medicamentos utilizados para el tratamiento de los síntomas de la COVID-19.


Causas y síntomas de la sequedad bucal

La clínica dental española señala que la saliva es fundamental para la funcionalidad correcta de la boca, por lo que la sintomatología asociada a la sequedad oral disminuye la calidad de vida de los y las pacientes.

La sensación de tener la boca pastosa y/o la lengua ardiente, el mal aliento, la alteración del gusto, la dificultad para hablar, masticar y tragar, la sensación de sed persistente y los labios agrietados son algunos de los indicios más frecuentes.

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