Política

El Congreso, reducido a simple oficialía de partes

El oportunismo electoral está por encima de la profesionalización en las tareas legislativas: estudio del CESOP. La mayoría de los legisladores son representantes partidistas, no más.

CIUDAD DE MÉXICO. Sin parlamentarios "profesionales ni especializados en temas concretos de políticas públicas" y sin la capacidad de "ejercer control sobre áreas del gobierno", el Poder Legislativo es, hoy por hoy, un cuerpo "débil y limitado", que "aporta poco", advierte un estudio publicado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP), de la Cámara de Diputados.

El estudio coordinado por la investigadora Lucero Ramírez León, reporta que de 48 entrevistas realizadas a diputados y senadores -en distintos periodos legislativos comprendidos entre 2006 y 2012, cuya redacción y edición concluyó en noviembre del 2013-, 46 de ellos se reconocieron como "generalistas" y con "pocas posibilidades de concentrarse en un área concreta de políticas públicas".

Es decir, sólo dos de los consultados dijeron que había una tendencia a la especialización en temas concretos. Señala que la integración de Congreso se da más por motivos de oportunismo electoral, y que hace que el Congreso desempeñe un papel "obstruccionista y no constructivo".

Reelección, un mito

Titulado "El control parlamentario y el rediseño de las políticas públicas", el documento destaca que "hay legisladores que, sin haber sido reelectos, registran 20 años o más como legisladores –pasando de un Congreso local a la Cámara de Diputados federal, posteriormente al Senado de la República y de ahí a otras Cámaras- y no logran profesionalizarse, pues se les encomiendan tareas distintas en cada uno de los espacios legislativos que ocupan".

Como uno de los diversos soportes del estudio presenta el testimonio que dio en una de sus entrevistas a un diputado federal del PRI:
"Los que hemos pasado por diferentes legislaturas y que de manera personal asumimos ciertas Comisiones de forma continua, podemos decir que tenemos cierta especialización, pero la mayoría de los legisladores que vuelven, cada vez buscan Comisiones que los proyecten más políticamente, no dan prioridad a la especialización".

La investigadora revela también que, de acuerdo con sus estudios, de 1933 a 1995, de cuatro mil 227 miembros del PRI que ingresaron a la Cámara de Diputados, 379 ya habían sido legisladores, y de los éstos 316 sólo en una ocasión.

Por parte del PAN –añade- de 455 legisladores, solamente 52 habían repetido en el cargo.

De igual forma presenta estadísticas internas de la Cámara de Diputados que muestran que en la Legislatura 2003-2006 menos del 20 por ciento de los legisladores en ejercicio tenía alguna experiencia legislativa, alrededor de 100 de los 500 y menos del tres por ciento de los diputados federales habían sido senadores, "lo que se considera un elemento negativo para la institucionalización del Congreso y un factor de debilidad con relación a los otros poderes".

Insatisfacción social

El trabajo incluye una opinión y análisis también del director del CESOP, Rafael Aréstegui Ruiz, quien califica la investigación como "una provocación para pensar al Congreso de otra manera", para "trazar la ruta que nos permita recuperar su espíritu republicano".

Lamenta que "en México el Poder Legislativo ha delegado a las élites de los partidos políticos la posibilidad de cogobernar con el Ejecutivo y se ha convertido en una oficialía de partes, que le otorga legitimidad a los acuerdos alcanzados, con la consecuente reacción de los ciudadanos –o de un número significativo de ellos- de no estar satisfechos con la Constitución ni con sus leyes".

Otro testimonio del trabajo que publica el CESOP es el de un diputado del PAN que reconoce:

"El diputado sigue siendo un representante de partido más que un representante ciudadano o popular, y seguimos atendiendo a cuestiones de tipo político, de tipo electoral, más que a asuntos de especialización o de temática de conformación de una política pública. Esto último no se hace en el Congreso".

Es más –añade- "¿sabes cuántos programas federales conoce un legislador cuando entra? Ninguno".

El propio legislador panista presenta la imagen del trabajo legislativo en comisiones "que no brinda ningún tipo de realización profesional, o ejercicio real de influencia, sino que se convierte más bien en un ritual algo fastidioso, del que todos tratan de huir tan pronto como pueden".
La doctora Lucero Ramírez León concluye que "la reelección legislativa puede ser un mito en las condiciones políticas y de fuerza de los partidos que hoy día se registran en México".

Sostiene que "es evidente que la incorporación de la reelección inmediata no va a generar de manera automática la profesionalización de las carreras legislativas ni el fortalecimiento del Congreso".

Recuerda que el PRI mantuvo 33 años como legislador al cetemista Blas Chumacero Sánchez; 30 a Emilio M. González Parra; 19 a Jesús Murillo Karam (hoy titular de la PGR). Igual hoy, el diputado Manlio Fabio Beltrones con más de 14 años de legislador, al senador Carlos Romero Deschamps, con 16; Pablo Gómez, 18 años; o Jorge Emilio González, el "Niño Verde", con 13 años de vivir del Congreso.

“los_periodos"

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