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¿El café ayuda o perjudica a los riñones?

¿Qué pasa en tus riñones si tomas café todos los días? Esta bebida cotidiana tiene diversos efectos en el cuerpo, incluso en estos órganos.

Cada día el café acompaña a una buena ‘rebanada’ de la población mundial, de hecho es una de las bebidas más consumidas en el planeta después del agua. Se sabe que esta es una de las mejores bebidas para el hígado, ¿pero es igual de buena para los riñones?

Los riñones son esos órganos con forma de frijol y del tamaño de un puño que tienes debajo de las costillas, se encargan de funciones esenciales como filtrar los desperdicios de la sangre, equilibrar líquidos y sacar el exceso de agua.

Cada día en estos órganos se filtran alrededor de 200 litros de líquidos en el cuerpo (media taza por minuto), “lo suficiente para llenar una bañera grande” según Cleveland Clinic. Los residuos luego salen en forma de orina (alrededor de 2 litros diarios) y el resto se reutiliza.

Efectos del café en los riñones

Harvard T.H. Chan School of Public Health explica que en general el café con moderación se considera una opción saludable para el cuerpo e incluso aparece en un listado de bebidas saludables, al lado del agua simple (la única indispensable) y el té. Sus compuestos influyen en diversas partes del cuerpo, incluso en los riñones.

¿El café es malo para los riñones?

National Kidney Foundation considera que el café es una bebida aceptable para los riñones: “Las investigaciones no han demostrado que beber de 3 a 4 tazas de café al día aumente el riesgo de enfermedad renal o aumente la tasa de disminución de la función renal”.

De hecho, un estudio de Kidney International Reports (2022) vio que el consumo habitual de café se relaciona con menor incidencia de enfermedad renal crónica y disminución de riesgo de lesión renal aguda.


Diurético

LiveStrong apunta que la cafeína tiene un efecto diurético suave, es decir, estimula que los riñones produzcan más orina, con el tiempo algunas personas desarrollan tolerancia a dicho compuesto ante la frecuencia de tomarla, con lo que el efecto disminuye.

Sigue siendo un aspecto a considerar, ya que cuando se estimula la micción pierdes más líquidos a través de la orina, por lo que el café podría deshidratarte si no bebes a la par suficiente agua.

“Al estimular la micción, los compuestos con propiedades diuréticas como la cafeína pueden afectar a tu estado de hidratación”, dice Heatlhline.

Café y ‘piedras’ en los riñones: ¿Sus oxalatos nos afectan?

El café tiene sustancias llamadas oxalatos que suelen protagonizar los debates sobre si es bueno o malo para los riñones. Los cálculos renales (depósitos de minerales en los riñones) se han relacionado con una dieta en la que incluyen demasiados elementos como calcio, fosfatos y oxalatos.

Según LiveStrong, la cafeína se ha relacionado con un ligero riesgo de padecer cálculos renales de oxalato cálcico (el tipo más común).

Harvard Health Publishing apunta que el café con moderación no suponen ningún problema pese a su oxalato, mientras no te excedas y te hidrates bien: “El líquido adicional compensa cualquier posible desventaja”.

Si bien no se han identificado alimentos específicos que los causen, LiveStrong dice que hay bebidas que los favorecen como las ricas en azúcar (así que cuidado con agregar demasiados aditivos a tu café). En especial, la deshidratación es una de las principales causas, por lo que debes beber suficiente agua para disminuir el riesgo.

Podría prevenir cálculos renales

Siguiendo la idea anterior, de acuerdo con Harvard Health Publishing, también está la posibilidad de que esta bebida logre reducir el riesgo de cálculos renales:

“Algunos estudios sugieren que beber cantidades moderadas de té y café puede reducir el riesgo de cálculos renales. En general, si tomas bebidas con cafeína, no superes los 400 miligramos diarios. Eso equivale a cuatro o cinco tazas de café normal”.

¿Pueden tomar café las personas que sufren de los riñones?

National Kidney Foundation explica que el café no es malo para las personas con enfermedad renal, pero debe moderarse por su potasio (el cual se restringe en personas con padecimientos del riñón) y la cafeína, ya que esta sustancia activa podría aumentar la presión arterial momentáneamente.

Si bien el café es bajo en potasio, tomar demasiado es una mala idea porque varias tazas ya representan un aporte importante de esta sustancia, más si se agrega crema o leche, porque cambia su perfil nutricional.

National Kidney Foundation recomienda menos de tres tazas al día y consumirlo solo: “El fósforo, el sodio, las calorías, los carbohidratos y las proteínas son mínimos en el café negro y no tienen consideración nutricional”.

¿Por qué me duelen los riñones cuando tomo café?

Según LiveStrong, cuando los riñones pierden funciones por diversas causas (hereditarias, alimentarias, infecciosas y más), “el dolor puede ser el primer síntoma que note”.

Dicho sitio de salud detalla que dicho malestar en estos órganos puede ser provocado tras consumir alimentos y bebidas desencadenantes, como los dulces o el café:

“Las afecciones más frecuentes que provocan dolor renal son las infecciones bacterianas y los cálculos renales, que a veces aparecen juntos. Es más probable que los cálculos renales tengan una causa dietética”. En cualquier caso, si te duelen los riñones debes consultar a un médico.

¿Qué pasa si tomas café todos los días?

Un consumo moderado de café (no más de 400 miligramos diarios de caferína, es decir, de cuatro o cinco tazas de café normal por día) se considera saludable por su contenido de compuestos saludables como polifenoles (antioxidantes), vitamina B2, magnesio.

Incluso diversas investigaciones destacan los beneficios de esta bebida, mientras lo tomes solo (sin azúcar, crema, leche y demás):

  • Menor riesgo de muerte prematura.
  • Reduce el riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.
  • Se investiga su efecto antidepresivo.
  • Menor riesgo de diabetes tipo 2.
  • Menor riesgo de cáncer de endometrio y de hígado.
  • Tiene un efecto hepatoprotector (protege al hígado).
  • Aminora el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como Parkinson y Alzheimer.
  • Baja en calorías.

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