JPMorgan y Deutsche Bank cerrarán sus oficinas de representación en México, de acuerdo con un documento publicado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en el Diario Oficial de la Federación.
En febrero, Bloomberg informó que JPMorgan, el banco más grande de Estados Unidos, firmó un acuerdo para pasar sus negocios locales a BBVA México.
En México, JP Morgan -quien tiene más de 100 años en operación- mantiene sus demás negocios bajo el paraguas de la licencia bancaria, por lo que el cierre de la oficina de representación no implica la salida del país, indicaron fuentes consultadas sobre el tema.
El resto de sus negocios se mantendrá sin cambios y sólo se dio la salida del área de banca privada, en tanto, JPMorgan mantendrá otros negocios en México, incluyendo el de banca de inversión, comercio y servicios de tesorería, al igual que sus oficinas en la Ciudad de México y Monterrey.
En los últimos años, las familias adineradas de Latinoamérica han estado buscando administradores de dinero en las capitales mundiales, agregaron los banqueros. En México, las políticas del presidente Andrés Manuel López Obrador, incluidos los programas del Gobierno para evitar la evasión fiscal, han empujado a algunas familias a transferir más riqueza al exterior. Las cuentas extraterritoriales representan la mayor parte del negocio de banca privada de JPMorgan en México.
JPMorgan es el banco mayorista más grande entre los gigantes mundiales sin operaciones minoristas, según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
En marzo de este año, Raúl Martínez, vicepresidente de la Asociación de Bancos de México (ABM) y representantes de los bancos de inversión, explicó a El Financiero, que la decisión de su agremiado de vender la cartera de banca privada y salirse de ese negocio en específico, no tenía nada que ver con la crisis, problemas o riesgos con el país, y se mantendría activo en los distintos mercados que opera.
En el caso de Deustche Bank, mantiene aún la licencia bancaria y lo que cerró fue la oficina de representación en el país.
En 2015, la matriz anunció en Frankfurt que recortaría 35 mil empleos, en donde eliminará diversas posiciones y vendería divisiones entre ellas la mexicana, en estos años, en nuestro país poco a poco ha ido deshaciéndose del negocio.
Hasta ahora , el banco de origen alemán ha seguido un lento proceso y de acuerdo con las agencias calificadoras, las subsidiarias mexicanas mantendrán su fortaleza financiera a medida que las entidades continúan con el cierre de sus operaciones, por ejemplo, tras el anuncio de Deutsche Bank México de haber acordado la venta de su división fiduciaria a CIBanco.
En noviembre del año pasado, Moodys explicó que las subsidiarias mexicanas continuarán operando hasta que Deutsche Bank México complete la transferencia del portafolio fiduciario remanente a otras entidades financieras y los accionistas de dichas subsidiarias acuerden su disolución y liquidación y por el momento se mantiene con la licencia bancaria.
Con información de Jeanette Leyva