La transición hacia la movilidad eléctrica avanza en México, aunque enfrenta retos estructurales que van desde la infraestructura de carga hasta el acceso a financiamiento especializado.
Este fue el consenso en la segunda edición del EV DAY 2025: Finanzas y Seguros para la Movilidad Eléctrica, organizado por la Asociación Mexicana de Impulso al Vehículo Eléctrico (AMIVe), México CO₂ y la Bolsa Mexicana de Valores.
Durante el foro, Andrea Hurtado, directora general de Política para la Acción Climática en la Semarnat, recordó que en 2024 México emitió 788 millones de toneladas de CO₂, de las cuales 25 por ciento provino del transporte y de esa cifra, un 50 por ciento son generadas por los vehículos particulares.
“Nuestro sistema de movilidad está completamente agotado. La electrificación es crucial, pero no suficiente. Necesitamos redensificación urbana, cambio modal y transformaciones conductuales”, afirmó.
La funcionaria adelantó que el gobierno prepara la actualización de la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica, con metas hacia 2030, 2040 y 2050, que incluirán planes de infraestructura de carga, almacenamiento y disposición de baterías. Además, anunció que próximamente convocarán a distintos sectores a contribuir en el diseño de esta estrategia.
La banca como palanca de cambio
El sector financiero se perfila como motor clave en esta transición. Mariuz Calvet, Chief Sustainability Officer de Santander y presidenta de la Comisión de Sostenibilidad de la Asociación de Bancos de México, destacó que los créditos verdes abarcan desde la compra de autos eléctricos e híbridos hasta el financiamiento de flotillas, transporte público e infraestructura, la cual creció 14 por ciento entre 2024 y 2025.
“La banca se está enfocando en facilitar la transición energética con financiamientos verdes; que deben dejar de ser una tendencia y convertirse en una necesidad”, sostuvo.
La ejecutiva subrayó que entre 2021 y 2024 los precios de los autos eléctricos bajaron 37 por ciento, mientras que los de combustión subieron 24 por ciento, lo que refuerza la competitividad de las nuevas tecnologías.
En la misma línea, Siddharta Flores, subdirector de proyectos financiados de NAFIN, señaló que la banca de desarrollo debe diseñar productos innovadores que ofrezcan ventajas en costos y plazos. Como ejemplo, citó el apoyo del Banco Alemán de Desarrollo para el transporte público en ciudades como Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y León, donde se realizan más de 232 millones de viajes mensuales.

Expectativas y retos
Para Diana Ávalos, directora de AMIVe, es fundamental mantener un diálogo abierto y colaborativo que permita posicionar a México como líder regional en transporte limpio y eficiente. “No podemos hablar de vehículos eléctricos sin una parte financiera sólida”.
Asimismo, Eduardo Piquero, director general de México CO2, dijo que ante las cifras mucho se tiene que hacer para descarbonizar al sector. “Es imposible hacerlo sin el sector financiero y sin las herramientas financieras para otorgar a los ciudadanos, empresas y gobiernos, la posibilidad de para financiar proyectos que reduzcan emisiones”.
Asimismo, dijo que el país no solo es consumidor, sino también oferente de soluciones tecnológicas en electromovilidad. También recordó que, en 2024, la inversión global en el sector igualó por primera vez a la destinada a generación de energías renovables, lo que refleja su madurez tecnológica y potencial económico. Sin embargo, advirtió que México aún carece de la infraestructura y los productos necesarios para acelerar la transición.
Los especialistas coincidieron en que la electromovilidad requiere coordinación entre gobierno, banca y ciudadanía. “La transición es urgente, pero también posible”, concluyeron.




