Como director o detrás de la cámara se encargó de inmortalizar a decenas de músicos como David Bowie, Freddie Mercury, Iggy Pop o Lou Leed.
Al fotógrafo no le gusta sentirse como un invasor de la vida privada. Es por ello, dice, que siempre buscó una conexión casi mística con sus modelos.
En 1974 convenció a Queen de que posara para él como Marlene Dietrich lo hizo para una película de Hollywood y logró una de las imágenes icónicas del pop.