Se ha planteado que, al terminar los grandes proyectos de inversión del actual gobierno, se quitarían presiones al gasto público.
Se advierte que el PIB, la deuda pública, la creación de empleos formales y otros rubros reportarán números negativos al finalizar el sexenio.
Sí existen motivos de preocupación por la deuda pública, pero no de alarma; sobre todo por las perspectivas de ésta para el mediano plazo.
Se ha anunciado en la terminación definitiva de buena parte de los órganos autónomos y el sueño imposible de vivir sin trabajar.
¿2024 será una repetición de lo ocurrido en 2021, incluso magnificado a nivel 1994?
Una reforma hacendaria debe ser prioridad del próximo Gobierno que gane las Elecciones presidenciales 2024 en México, así como un énfasis en los factores que presionan al gasto público; programas sociales, pensiones y deuda pública.
Para los ingresos presupuestarios se proyectan 6 mil 172.6 millones de pesos, un alza de 7.5 por ciento.
Especialistas indican que una mayor demanda de recursos para financiar el creciente déficit público influirá en las decisiones de la Reserva Federal.
Las finanzas públicas registraron un superávit de 121 mil 52 millones de pesos en el primer semestre, equivalente a 0.5%, en línea con la meta del actual Gobierno.