La pandemia de COVID dejó solas a muchas personas.
La ciudad vuelve a revivir su estricta política de 'cero COVID', obligando a una cuarentena a enfermos con infecciones incluso leves causadas por las nuevas subvariantes.
La economía de China ha ‘pagado’ un enorme precio debido a los estrictos esfuerzos del Gobierno para mantener a raya al virus SARS-CoV-2.
El enfoque de tolerancia cero de Beijing ha paralizado fábricas y almacenes, ralentizado las entregas de camiones y empeorado los atascos de contenedores.
El total de muertes en China, el primer país en confirmar casos de COVID-19, pasó a 4 mil 641.
Los residentes únicamente pueden salir para aplicarse una prueba de COVID, dijeron las autoridades.
La autoridad exigió a la población de Shenzhen detener sus operaciones hasta el 20 de marzo.
La fiesta en cuestión ocurrió en mayo de 2020, aunque el primer ministro dijo que consideró la reunión como un 'evento de trabajo'.
El 10 de enero regresa a las aulas el 30 por ciento de la población estudiantil en cada plantel.
A lo largo de la pandemia, los chinos han acatado en gran medida las estrictas disposiciones sanitarias.