No es el gobierno federal la institución que más confianza despierta entre los mexicanos, sino la familia, con un 87.4%.
Es fundamental la difusión proactiva acerca de la labor que desempeñan las instituciones, como ocurre a través de la publicación de todos los informes.
Saltarse sistemáticamente las leyes y los procesos legislativos, significa también incrementar la incertidumbre política y económica.
La SE celebra la relocalización industrial, pero en realidad no están llegando nuevas inversiones para iniciar proyectos productivos.
Un problema importante para propiciar inversión durante este sexenio ha sido la confianza en torno a la certeza jurídica.
Con el tsunami financiero el sistema de las agencias calificadoras, que viven de cobrarle al emisor, vuelve a estar en entredicho.
Sería esperanzador observar un aprendizaje en los agentes económicos, que evitara nuevos episodios de 'exuberancia irracional'.
López Obrador no tendrá empacho alguno en violar la ley si de esa forma logra perpetuar en el poder a los suyos.
La única fuente realista de la cual puede provenir hoy nueva inversión extranjera directa es por el 'nearshoring'.
Las criptomonedas prometen una alternativa de confianza diferente y nos empujan hacia una nueva comprensión de esta palabra.