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La nueva pobreza llegó para quedarse

Víctor Piz comenta los resultados más recientes del Coneval sobre los niveles de pobreza en el país.

Las cifras publicadas el jueves por el Coneval confirman lo que ya se anticipaba para nuestro país desde hace un año: una mayor pobreza en todas sus dimensiones, aunque el presidente López Obrador no lo acepte porque él tiene ‘otros datos’.

A nivel nacional, la población en situación de pobreza aumentó a 55.7 millones (43.9 por ciento del total) en 2020 desde 51.9 millones (41.9 por ciento) en 2018.

El aumento de nuevos pobres fue de 3.8 millones de personas en los últimos dos años, lo que básicamente refleja el impacto de la pandemia y sus secuelas sobre la pobreza en México.

Las estimaciones del Coneval revelan también que el porcentaje de la población en situación de pobreza creció en 19 de las 32 entidades federativas, destacadamente en Quintana Roo, Baja California Sur y Tlaxcala.

De los mexicanos que viven en situación de pobreza, 10.8 millones (8.5 por ciento de la población) estaban en pobreza extrema en 2020, contra 8.7 millones (7 por ciento) en 2018.

En el caso de la pobreza extrema, el incremento en el periodo es de 2.1 millones de personas, que antes de la crisis provocada por la pandemia se encontraban en situación de pobreza moderada.

La regresión deja ver que faltan muchos años, sino es que décadas, para erradicar la pobreza extrema en el país.

Los ingresos por transferencias monetarias o remesas, que aumentaron sólidamente, fueron un atenuante de las afectaciones ocasionadas esencialmente por la pandemia, pero no evitaron el retroceso en la reducción de la pobreza observado hasta 2018.

Destacó el disparo de 20.1 a 35.7 millones de personas en la población sin acceso a servicios de salud en sólo dos años, donde el común denominador es que el comportamiento observado a nivel nacional ‘se repite para las 32 entidades’, marcadamente en Oaxaca, Guerrero y Chiapas, por fallas en la transición al Insabi.

De acuerdo con el Coneval, entre 2018 y 2020 la población con un ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos, que está determinada por el costo de la canasta alimentaria básica, aumentó de 17.3 a 21.9 millones de personas a nivel nacional.

Ahí están los que, aun destinando todo su ingreso a la compra de alimentos, no pueden adquirir los productos de la canasta alimentaria.

Si bien el incremento es de 4.6 millones, el organismo estimaba en febrero pasado que habría un aumento de entre 6.1 y 10.7 millones de personas en la población con un ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos.

La población con un ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos, que está determinada por el valor monetario de la canasta alimentaria más la no alimentaria, pasó de 61.8 a 66.9 millones de personas entre 2018 y 2020.

De ese tamaño es la población que no cuenta con los recursos suficientes para adquirir los bienes y servicios que precisa para satisfacer sus necesidades alimentarias y no alimentarias.

El incremento es de 5.1 millones, que también es menor al aumento de entre 8.9 y 9.8 millones que estimaba el Coneval hace seis meses en el número de personas en situación de pobreza por ingresos respecto a 2018.

Aun así, se confirma que al cierre de 2020 poco más de la mitad de la población en México (52.8 por ciento) está en situación de pobreza por ingresos.

Evidentemente hay un retroceso en el combate a la pobreza en el país, aunque el organismo aclaró que los datos publicados ‘no son comparables directamente’ con los presentados para el periodo 2008-2018.

El 2020 siempre será recordado por ser el año de la pandemia, cuyos impactos económicos y sociales serán difíciles de revertir.

Pero a las secuelas de la emergencia sanitaria del último año habrá que sumar el ‘golpe’ del repunte inflacionario al bolsillo de los mexicanos en 2021, que se reflejará en la pérdida real y el deterioro del poder adquisitivo de los hogares.

No está por demás recordar que la inflación, que es el ‘impuesto’ más perjudicial y regresivo, siempre daña más a los que menos tienen.

Ni tampoco sobra traer a la memoria que la inflación en México durante los ochenta fue una fábrica de pobreza.

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