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Retador escenario de subsistencia empresarial

El paquete de medidas fiscales para apoyar la recuperación de la economía mexicana representó alrededor de 1.1 por ciento del PIB.

Es reiterado el señalamiento de las autoridades hacendarias del país sobre el ‘esfuerzo’ del gobierno mexicano para preservar la salud de las finanzas públicas a partir de la política de prudencia fiscal y manejo eficiente del endeudamiento, lo que ha sido reconocido por organismos internacionales y recientemente por calificadoras.

Tanto Moody’s como Fitch Ratings refrendaron en el último mes la calificación crediticia para la deuda soberana de México, en gran medida por la postura fiscal prudente, reflejada en el buen desempeño de las finanzas públicas y un nivel de deuda estable.

Sin embargo, México también se ha caracterizado por estar entre los países que tuvieron una menor reacción de política fiscal por parte del gobierno ante la crisis económica derivada de la pandemia.

Fue evidente la falta de una respuesta significativa de política fiscal para apoyar e impulsar –no rescatar– a las micro, pequeñas y medianas empresas, que son las principales generadoras de empleo, así como a los sectores más afectados.

Tan es así que en la encuesta sobre el impacto económico generado por Covid-19 (ECOVID-IE), tercera edición, se revela que 85.5 por ciento de las más de un millón 873 mil empresas en el país indicó haber tenido alguna afectación a causa de la pandemia.

Si bien la proporción es menor respecto a la reportada tanto en la segunda como en la primera edición de esta encuesta del Inegi, hay un millón 601 mil empresas con algún tipo de afectación, de las cuales un millón 589 mil son Mipymes.

Entre las principales afectaciones se encuentran la disminución de los ingresos, con 73.8 por ciento del total, seguida de la falta de demanda, con 50.2 por ciento, y de la escasez de los insumos y/o productos, con 29.2 por ciento.

De acuerdo con los resultados de ECOVID-IE, en esta edición la proporción de empresas que recibieron apoyos fue de sólo 3.8 por ciento, por lo que el restante 96.2 por ciento no recibió ningún tipo de apoyo.

La encuesta, aplicada en marzo pasado, hace notar que las empresas consideran que la política que más se requiere para hacer frente a la pandemia es la relacionada con los apoyos fiscales, con 66.3 por ciento de respuestas.

Dicho de otra manera, para dos de cada tres empresas se requieren apoyos fiscales, principalmente.

La transferencia de efectivo es la segunda política de apoyo con mayor porcentaje en esta tercera edición, con 34.1 por ciento.

Sobre las expectativas de los ingresos para los próximos seis meses y en un escenario regular, 53.8 por ciento prevé que permanecerán igual.

Al respecto, 44.2 por ciento de las empresas considera que podrán seguir operando de 12 meses a más con su nivel actual de ingresos, lo que sugiere que el restante 55.8 por ciento no podrá hacerlo.

El paquete de medidas fiscales para apoyar la recuperación de la economía mexicana representó alrededor de 1.1 por ciento del PIB.

Entre los países del G20, México fue el que realizó el menor esfuerzo fiscal para responder a la pandemia.

Esa es la razón por la que México inició su recuperación en una mejor posición fiscal que otras economías, pues la pandemia no ejerció gran presión sobre las finanzas públicas.

Apenas el lunes, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, anticipó que la economía mexicana crecerá alrededor de 6.5 por ciento en este año y que la recuperación de los niveles previos a la pandemia será antes de lo esperado.

Que se preocupen las empresas, sobre todo las Mipymes, cuyo escenario de subsistencia es bastante retador a falta de apoyos fiscales.

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