Todavía es temprano para afirmar si en México estamos ante el inicio de un rebrote de la pandemia o una tercera ola de contagios de covid-19, según la Secretaría de Salud federal.
Pero esta semana ya hubo un repunte en la curva epidémica de casos estimados, impulsado por el incremento que se presentó en la mitad de las entidades federativas, incluida la Ciudad de México, después de 11 semanas consecutivas en que a nivel nacional hubo una reducción tanto en el número de contagios como de hospitalizaciones.
Si bien no estamos en una emergencia, hay un cambio en la tendencia de la pandemia, por lo que es importante mantener las medidas sanitarias y de distanciamiento social, así como avanzar en el proceso de vacunación, lo que además permitirá agilizar la reapertura de actividades en la economía.
El gobierno de la Ciudad de México anunció ayer que, a partir de la semana entrante, las oficinas corporativas privadas en la capital del país podrán reabrir con 20 por ciento de aforo y medidas sanitarias.
La CDMX continúa en semáforo naranja, pero está moviéndose “hacia el amarillo” dada la mejoría en los indicadores de atención vía mensajes SMS a personas con síntomas de la enfermedad y llamadas al 911, así como de ocupación e ingresos hospitalarios, entre otros.
En el Estado de México, el semáforo naranja cambiará a amarillo el lunes, con lo que se incrementarán los aforos y horarios de atención en actividades como tiendas departamentales y restaurantes, entre otras.
Con las vacunas entregadas en el país esta semana, se han recibido 21.6 millones de dosis de cinco diferentes farmacéuticas y laboratorios desde el 23 de diciembre. De las vacunas recibidas, se han aplicado casi 15.9 millones de dosis.
No obstante, a una semana de que termine abril, sólo 5.3 millones de personas ya cuentan con esquemas completos de vacunas, que representan 4.2 por ciento de la población total.
La Secretaría de Salud asegura que está cerca de concluir la vacunación de los trabajadores de la salud que se encuentran en la primera y segunda líneas de atención contra covid-19 y de los adultos mayores de 60 años, mientras que la del personal educativo sigue en marcha.
El martes próximo se anunciará la fecha de inicio de la etapa de vacunación para personas de 50 a 59 años.
La meta de cobertura de la estrategia de vacunación del gobierno mexicano es inmunizar al menos el 75 por ciento de la población objetivo (personas mayores de 16 años).
Las autoridades creen que se podría vacunar a más del 90 por ciento, incluso a todos los mexicanos, pues se cuenta con 250 millones de dosis contratadas.
Pero la pregunta es cuándo se alcanzará la cobertura de vacunación necesaria que permita tener un mayor control de la pandemia y regresar a la normalidad.
El sitio Time to Heard estima que, de mantenerse el ritmo actual de vacunación, México requeriría 440 días para vacunar al 70 por ciento de la población (88.2 millones de personas) y lograr la inmunidad comunitaria.
Eso implicaría cerca de 15 meses, con lo que, hipotéticamente, la meta se alcanzaría a principios de julio de 2022.
Además de que el avance en el proceso de vacunación es insuficiente, no hay que descartar posibles retrasos por problemas de producción y distribución o por acaparamiento de los países productores, como lo ha denunciado el gobierno mexicano.
A las potenciales implicaciones de que haya retrasos para vacunar a la mayoría de la población que no permitan alcanzar pronto la inmunidad, se suman el riesgo de que ocurra un rebrote de casos y las mutaciones del virus.
Mientras la pandemia no esté suficientemente controlada, no podrán reducirse las muertes por SARS-CoV-2 ni normalizarse todas las actividades económicas, particularmente las que dependen de la interacción social.