Rosario Guerra

Democracia, Constitución e INE

Es un proyecto del gobierno orientado a destruir al INE, disminuir al TEPJF, reducir legisladores para poder cambiar la Constitución con un solo partido.

La destrucción del sistema electoral mexicano es una trampa. La iniciativa se presentó al cierre del período electoral. AMLO sabe que no cuenta con los votos de los partidos. Es la primera vez que una propuesta electoral no llega con acuerdos previos entre los diversos grupos parlamentarios. Es un proyecto del gobierno orientado a destruir al INE, disminuir al TEPJF, reducir legisladores para poder cambiar la Constitución con un solo partido, quitar financiamiento a los partidos políticos para crear un bipartidismo y abandonar el pluralismo, y poner topes a su recaudación o financiamiento sin deducción fiscal, reducir el acceso a radio y tv. Es un proyecto que se vende como democrático, pero no lo es.

Elegir consejeros no es una solución para lograr autonomía, independencia, certeza. Ni profesionalización o experiencia, pues los partidos impulsarían a los candidatos y no necesariamente tomarían en cuenta un perfil adecuado. No es democracia directa, es degradar la función del INE, a solo lo electoral, incluido lo municipal. Pero si se pregunta ¿es caro el INE? muchos dirán que si. Pero todos sabemos que el INE no se toca, es el árbitro autónomo que permite certeza electoral.

En Conferencia organizada por el Frente Cívico Nacional, José Woldenberg recapituló sobre las reformas electorales desde 1977 a la fecha. Destacó que el valor fundamental es la autonomía de la autoridad electoral, su profesionalización, su eficacia y su valoración entre la ciudadanía. No hay un presupuesto excedido del sistema electoral, la mayor parte va a los partidos, más del 30% a la credencialización. La desconfianza en los procesos obligó a encarecer el sistema electoral. Papel seguridad de boletas, foliadas, capacitación a funcionarios de 160 mil casillas, listados con nombre y fotografía para poder votar en casilla a cada representante de partido. Lo sucedido en la revocación donde el INE no contó con recursos, no puede repetirse en una elección presidencial.

Elegir por el método plurinominal a legisladores por entidad, asegura una mayoría de Morena. Pero si se pregunta ¿debemos reducir el número de legisladores? La gente dirá que sí. El Congreso tendría mayoría sobrerrepresentada de un partido, al ser por estado y no nacional o por circunscripciones. No habría equilibrio de poderes.

Las reformas electorales permitieron la transición en México. El árbitro, el INE, logró hacer respetar el voto ciudadano. Y ya estamos en la tercera transición. Se acotó el abuso del Ejecutivo y del poder del partido hegemónico. Hoy fortalecer la democracia representativa es básico contra una visión de una democracia que se niega por ideologías.

Luis Carlos Ugalde, en el foro organizado por el FCN, señaló las batallas que vienen, la de la memoria, recordar como se formó el sistema electoral y se logró la neutralidad. De la legalidad, que no se violen las leyes como sucedió en la revocación. La autocontención democrática, es decir evitar violencia, simulación, desacato. Del presupuesto pues Morena puede reducir aún más los recursos al INE que afectará su capacidad de organización. El nombramiento de nuevos Consejeros del INE está condicionado a las 2/3 partes del pleno, pero el riesgo es que la mayoría puede evitar la convocatoria y dejar sin nombramientos. La otra batalla es la aceptación de resultado del proceso 2024, que puede llevar a una crisis electoral o constitucional. No es lo mismo que un partido se rebele, a que lo haga el partido en el gobierno y el propio gobierno.

Así pues queda claro el objetivo de AMLO, no perder el poder, aunque no gane la elección. Desprestigiar a la democracia y a las autoridades electorales es el camino para volver a validar un fraude electoral. El pone en la mesa una supuesta Reforma Electoral democrática que es en realidad regresiva. Y cuando no se apruebe el tema volverá a ser de costos. Dice que el INE cuesta 24 mil MP, es 0.28% del PEF. Pero su aeropuerto AIFA costó más de 85 mil MP y no sirve. El tren maya va hasta la fecha en 250 mil MP. Tomó de los Fideicomisos Públicos 680 mil MP, aumentó la deuda en 1.8 billones de pesos. El supuesto ahorro de 24 mil no se dará, los recursos irán al nuevo Instituto. Lo más caro es no tener democracia.

Leonardo Valdés comentó que el problema está entre control y legitimidad. El control pasó de un proceso autoritario a ser democrático, nacionalización del sistema electoral, padrón electoral, con las reformas políticas. La legitimidad ha incluido reelección, paridad, elección en Ciudad de México, candidaturas independientes, entre otras. Se profesionalizó el sistema del personal y se creó una gran fortaleza institucional. Desaparecer el financiamiento público es abrir a financiamiento ilegal. Los tiempos en radio y tv a la autoridad electoral se reducen. Desaparecer OPLES y Tribunales Electorales es absurdo, no se pueden hacer elecciones centralizadas. Elegir Magistrados Electorales le resta calidad, no es discutible, y se empatan con los sexenios, en lugar de hacerlo escalonadamente. Sustituir mayoría por plurinominales permite una sobrerrepresentación del partido más votado. No abona al Federalismo, ni a la soberanía, concluyó.

Al evento asistieron exconsejeros electorales, académicos, periodistas, organizaciones de la sociedad civil, exgobernadores del PAN, el presidente del CEN del PRI, legisladores, estudiantes, ciudadanos, ex legisladores, ex dirigentes de partidos nacionales. Se recordó que ya hubo un Consejo del INE incompleto, pero fue la sociedad civil, encabezada por el Dr. Narro la que logró destrabar el asunto y que en la Cámara se nombraran a tres Consejeros faltantes.

Este ejercicio de reflexiones es un primer ejercicio de defensa de nuestro país rumbo al 2024. Se deben tomar acciones para la defensa más activa, para rechazar el autoritarismo. Democratizar los partidos políticos es una de las rutas que se deben emprender.

La democracia no son solo elecciones, AMLO quiere centralizar el poder y cree que México puede organizarse bajo una sola ideología. Estamos pues entre autoritarismo y democracia. Usted elige.

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