Rosario Guerra

A la memoria

Falleció, tras tres meses de lucha contra el Covid-19, René Juárez Cisneros, exgobernador de Guerrero.

Falleció, tras tres meses de lucha contra el Covid-19, René Juárez Cisneros, exgobernador de Guerrero. Fue diputado federal, senador, subsecretario de gobierno, diputado local, presidente municipal, en fin, desempeñó todos los cargos en el escalafón político. Fue presidente del CEN del PRI en la campaña de José Antonio Meade y levantó el ánimo de los priistas. Tras la derrota dejó la presidencia y asumió la coordinación de la diputación del PRI, la más menguada de las últimas décadas.

Más allá de su trayectoria política, lo que distinguió a René Juárez fue su calidad humana. Era sencillo, afable y siempre dispuesto a ayudar. Era hombre de palabra que honraba sus compromisos. Era confiable, un gran amigo y buen hijo. Apoyó a las feministas con firmeza. Siempre leal a su partido, pero siempre abierto al diálogo y a los acuerdos. Su liderazgo infundía certeza. Su palabra tenía un valor, y su actuación era congruente con sus ideas.

Perderlo en estos momentos es un gran drama para el PRI, sumido en una crisis histórica, que viene de tiempo atrás, pero que hoy se agudiza por una presidencia cuestionada por los abusos de Alejandro Moreno en su asalto a las diputaciones plurinominales, para su grupo. La falta de voluntad de abrir una Asamblea Nacional para que se expresen los militantes, un diagnóstico optimista tras la pérdida de ocho gubernaturas, y la falta de experiencia de una bancada a modo, que puede encauzar incluso para apoyar a Morena.

Hoy está en riesgo México. Si Moreno quiere ser diputado y dirigente, ya explicará cómo cumplirá ambas funciones. Si dice que las nominaciones las aprobó como siempre la comisión política, que como siempre controla la presidencia, que la pérdida de gubernaturas se debió a los propios gobernadores y a la fecha no hay acciones por lo sucedido con el narco, si Moreira opina que hay gran similitud entre Morena y el PRI, son indicadores que preocupan.

Las loas a AMLO, de que se le debe respeto como Presidente, la buena relación de los Murat y la entrega de Oaxaca, las ofensas denunciadas por Omar Fayad contra Carolina Viggiano, las denuncias para expulsar a quienes tomaron al partido, para colocarse a un nivel de barandilla, y no de diálogo, son acciones que apuntan a más pérdidas.

René Juárez sería un actor importante en este momento como un expresidente del CEN con liderazgo. Le negaron la reelección como diputado federal en el PRI, pero mantuvo actividad partidista en su natal Guerrero en la campaña para gobernador, y contrajo el virus. Hombre deportista, a veces parecía que podía derrotar la enfermedad, pero sus pulmones afectados ya no resistieron. Murió en paz, me dijo su hija pequeña.

En la Cámara de Diputados se realizó ceremonia luctuosa de cuerpo presente. Ahí se destacaron las virtudes de René Juárez. Afrodescendiente, orgulloso de sus orígenes humildes, político de leyes, congruente, defensor de instituciones, democracia y federalismo.

Ignacio Mier, coordinador de los diputados de Morena, destacó su pensamiento equilibrado, su palabra franca y coherente, su cuidadosa discreción, su temple. México ha perdido a un hombre de ley.

El diputado panista Juan Romero Hicks, con gran emoción, dijo que la despedida le causaba un profundo dolor. Lo definió como un demócrata, hombre cabal, político de altos vuelos, y con respeto eterno le dio las gracias. Lo describió como un político de altas miras, sagaz y eficaz parlamentario, elocuente, que sería extrañado en México.

Por el PRI, la diputada Marcela Velasco lo honró como un maestro de la política, se ganó el respeto de políticos y diputados de todos los partidos, fue un líder que escuchaba y aconsejaba. Ni fue obstáculo ni se sometió a la voluntad de quienes ejercen el poder.

El PT, en voz del diputado Jacob David Cheja, resaltó su dedicación al trabajo y su carácter. El PES, a través del diputado Francisco Javier Saldívar, reconoció la apertura al debate, al diálogo para construir los acuerdos, hará falta. El PVEM tuvo como vocero al diputado Carlos Alberto Puentes, quien dijo aprendió de sus virtudes y valores y nunca se apartó de su gente.

Por el PRD, su coordinadora, Verónica Juárez, destacó que René siempre pidió recursos para combatir la inseguridad y la desigualdad en Guerrero, y siempre fue aliado de iniciativas para mejorar las condiciones de vida de las mujeres y las niñas,

Los senadores también participaron. Ricardo Monreal (Morena) recordó su carácter afable, sus buenas formas en el quehacer político, por su actitud, fue un hacedor de buenas costumbres en política. Miguel Ángel Osorio Chong (PRI) dijo que nunca imponía, convencía. Práctica hoy relegada en el PRI.

Por último, Dulce María Sauri, exgobernadora y presidenta de la Mesa de la Cámara de Diputados, hizo una semblanza de René y reconoció que logró una ruta de acuerdos ante una mayoría de Morena y sus aliados. Después vinieron las guardias de honor.

Se fue René, pero se queda su recuerdo, sus formas, sus aciertos y su amistad. Perdurará y se engrandecerá su figura con el tiempo. Porque hoy todo es incierto y no hay muchos hombres con la capacidad de honrar su palabra y empeñar compromisos por la nación. Porque hoy México necesita de sus políticos para evitar se destruyan instituciones y democracia. Porque el PRI, con todos sus defectos y virtudes, no puede entregarse a AMLO, o será el fin de un partido histórico, que construyó instituciones e impulsó la democracia sin rupturas, a través del diálogo y el consenso.

Desde luego muchos priistas han sido una vergüenza nacional. Hay muchos con cola que les pisen, y si hay pruebas, que los procesen. También si son de otros partidos. La corrupción no se ha acabado, usa otros ropajes.

Lo cierto es que se requiere del PRI en la Alianza por México.

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